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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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La vacunación y las libertades fundamentales

La vacunación y las libertades fundamentales

El tema es extraordinariamente sensible,  pues sugeriría un enfrentamiento de prelación  entre la seguridad de la persona y sus libertades fundamentales. En este punto debe exponerse, sin eufemismos, que todo ciudadano del mundo debe ejercer estricta responsabilidad con sus derechos fundamentales; estos no podrían subsistir sin la responsabilidad intrínseca del individuo. Los derechos fundamentales exigen responsabilidad del individuo y se debe sopesar con intelección cada evento, de tal manera que ambos conceptos puedan ser comprendidos sin fisuras, racionalmente y ausencia de  interpretaciones sesgadas.

Lo que sucede actualmente en el mundo con la pandemia es una experiencia inédita para las generaciones que hoy  habitamos en este planeta y la conclusión irrefutable es que no estábamos preparados para afrontarla con éxito y sin millones de muertos.

En este estado de excepción sanitaria, la seguridad es prioridad, pues preservar la vida de todo ciudadano sin excepción de rango es obligación fundamental de cada Estado. Considerable cantidad de ciudadanos del mundo asumieron contra esta seguridad que impone todo Estado en lo atinente a las medidas de protección y confinamiento, una posición de negación de la pandemia y amenazan con violencia destronar las medidas de protección, exigiendo con acciones de hecho el retorno inmediato a la normalidad en todas las actividades, argumentando la inexistencia de la pandemia. Una irracionalidad.

Esta  expansión continua del estado de seguridad desvela que la multiplicidad de leyes  y reformas aprobadas vertiginosamente estarían desestabilizando las libertades fundamentales; estas no se desestabilizan cuando se imponen por los funcionarios de un Estado que obran de buena fe, pues también su vida está en peligro, medidas de prevención y confinamiento estricto, naturalmente desagradables para las poblaciones, pero necesarias y de obediencia racional.

Entonces, surge la necesaria pregunta ¿cuál de las dos ostenta la preeminencia? Sin duda alguna, en este momento las medidas de seguridad para preservar la vida de todos y las libertades fundamentales permanecen intocables, solo que no tienen prioridad ante este estado mundial que sitúa a las poblaciones entre la vida y la muerte, además, reiterando esta posición razonada como la expresión de la responsabilidad que es característica de las libertades fundamentales.

Esto no significa que no se viva en un estado de derecho, sino que ante una emergencia que no cesa su acción destructiva, todos debemos cuidar el valor supremo de los humanos que es la vida.

Las libertades constitucionales son el fundamento de toda sociedad, empero, en este momento caótico que está diezmando a la población mundial, la seguridad  sanitaria de todas las personas asume solo prioridad y no deslegitimiza a las intocables libertades fundamentales.

FORO

RAÚL PINO-ICHAZO T.

Abogado, posgrados en Derecho Aeronáutico, Arbitraje y Conciliación

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