Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 10:22

Niños leen sin entender

Niños leen sin entender

Este tema constituye un problema que estriba sus orígenes en la forma y método de enseñar a leer en los establecimientos parvularios, situación que preocupa, sin solución de continuidad, a los padres que son cómplices y, fundamentalmente a los académicos como este columnista que enseña en diferentes universidades y recibe, como otros colegas, un torrente de jóvenes con desbordadas ansias de formarse profesionalmente, empero, arrastran un lastre excesivamente pesado y limitante: leer sin entender.

Los niños se esfuerzan demasiado cuando leen, pero no entienden en correspondencia a la ciencia del texto, concluyendo que no entienden. Ejemplificamos lo que sucede en Alemania, consecuentemente se inferirá que en el país la dificultad asume características más agudas por las diferencias educativas entre Bolivia y Alemania. Una niña alemana lee un libro con dedicación, letra por letra, acaba el libro y corre hacia su abuela y le dice “terminé de leer el libro”, la abuela inquiere “¿qué has sacado de conclusión?”, la niña responde “lo leí letra por letra y no lo entendí”.

¿Dónde radica el problema o en qué paso se dificulta  el entendimiento en el ejercicio de leer? Es la falta de fantasía o imaginación, pues la capacidad  de  entender al leer y releer estructura que explote la fantasía en la mente de los niños; si no se investiga y educa la imaginación de los niños al leer, estos se sientan en el aula y se dan al esfuerzo de leer sin imaginar lo que leen, consecuentemente no sucede nada en el cerebro.

Lo precitado debería devenir del hogar y lo decisivo en la acción de supervisión de los padres es inculcar a sus hijos la alegría de leer, conversando con ellos después de cada lectura; allí encontrarán fortalezas y debilidades en sus hijos. Por ello se  afirmaba, líneas arriba, la complicidad de los padres si no entregan dedicación a este fundamental estadio de promover el entendimiento de sus hijos. 

No se debe, bajo circunstancia alguna, ignorar que las técnicas de la lectura que se imparten en la escuela, donde los niños están juntos, es imprecisa, venga  de donde viniere. Es importante y fundamental asumir  que todos los niños se diferencian unos de otros por las propias diferencias  de los hogares de donde provienen; todo maestro o maestra asume el apostolado de investigador y debe conocer  el rango social  de cada niño, su origen y cómo hablan con sus padres.

Con esta excelente cualidad, el maestro o maestra  podrá establecer  un diagnóstico de cada niño y solucionar sin detenimiento los problemas de entendimiento en la lectura. Así obtendrán el convencimiento que todos los niños son inteligentes, pero que no se les enseña correctamente, pues no se explota su fantasía e imaginación.

Ejemplificando: en Irlanda, uno de los países más desarrollados  en superar esta dificultad que se presenta en países avanzados como Alemania, Francia, Inglaterra y otros de ámbito europeo, los niños son sometidos a diagnósticos regulares, obteniendo una medición precisa de su entendimiento en la lectura. El error siempre es provechoso si es percibido con  amor por los padres y diligencia por sus maestros con obligación pedagógica; pues si el niño no lee con curiosidad sino mecánicamente, se extingue sin siquiera activarse la energía de la imaginación.

¿Cómo se activa a  la imaginación?, con las pausas al leer que son imprescindibles, siendo variables en la duración o tiempo de las mismas, pero suficientes para que el niño imagine lo que lee; esto se explica porque el cerebro cuando recibe  demasiada información sin pausas, se indigesta, hablando metafóricamente. Debe enseñarse a los niños la eficiente utilidad de las pausas en toda lectura, ya que el cerebro no es perfecto y siempre ostenta muchos rodeos.

FORO

RAÚL PINO-ICHAZO T.

Abogado, posgrados en Derecho Aeronáutico, Arbitraje y Conciliación; Filosofía y Política

[email protected]