Libros y literatura infantil
Todos los años se realiza una reunión de escritores de libros infantiles en diferentes ciudades de la geografía boliviana y latinoamericana. Independiente de los temas que se tratan en esos cónclaves, es importante destacar que la literatura infantil es vital para ir transformando los cerebros de los niños con marcos de referencia útiles y estimular su imaginación con virtudes y valores. En Bolivia existen y existieron notables escritores de literatura infantil, no los citaré para evitar agravios comparativos.
No hay elemento más benéfico para un niño que la lectura de un libro infantil bien concebido, aunque esa pasión por la lectura que se quiere transfundir a los niños sea turbada por el acceso al internet.
El libro infantil tiene un valor intrínseco invaluable debido al esfuerzo de los escritores de libros infantiles, cuyas ideas y propia imaginación deben ser adaptadas correctamente a la mentalidad infantil, acción para la cual se invierte muchísimas horas de trabajo y meditación, aparte del trabajo intelectivo y de conocimiento de la psicología evolutiva de los niños.
Es un trabajo que requiere, sin exageración, excesiva prolijidad en su concepción por la influencia que puede despertar en la mente de los niños; por ello que las frases, párrafos y páginas enteras que constituyen un libro infantil, deben ser revisados y considerados una y otra vez para situarse en empatía con la vida infantil. Por ello que los escritores de libros infantiles son tan admirados, pues su acción y responsabilidad es ilimitada a futuro.
Con los estos libros profundamente meditados, los escritores de libros infantiles despiertan a un gigante dormido que es la imaginación de los niños para que alcancen la investigación y la invención a medida progresiva de su crecimiento.
Es una labor noble de los escritores de libros infantiles que repercute en la elección postrer de oficios y profesiones que beneficiarán a todo país con ciudadanos bien formados mental y moralmente.
Sin eufemismos, debo abordar un tema que lastima acometerlo: la influencia nociva de las drogas que no respetan edades ni inocencia; hacerlo con una introducción sutil y progresiva, con sublime tacto del escritor generaría un esclarecimiento nada abrupto sobre las drogas, adicciones y alcoholismo.
Debemos vivir y afrontar estas crueles realidades de la sociedad actual y asumo con esperanza que esta vía es la más adecuada para ayudar a los niños a generar fortalezas morales y una percepción correcta en correspondencia a su edad de los problemas existenciales que son insoslayables.
La sugerencia tiene la intencionalidad que el enfrentamiento súbito del niño con esta brutal realidad lo encuentre ya provisto de fortalezas y conocimiento y no sea realizada por su pequeño círculo social, donde no falta el niño avezado que pretende saber más, empero, con sensibles distorsiones interpretativas que no debería transmitir, debido a que la información precisa a los niños es imperativa.
FORO
RAÚL PINO-ICHAZO T.
Abogado, posgrados en Derecho Aeronáutico, Arbitraje y Conciliación