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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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La importancia vital de los aeropuertos

La importancia vital de los aeropuertos

El medio natural del desenvolvimiento del transporte aéreo es el espacio aéreo y para operar en él, las aeronaves no pueden prescindir de las instalaciones de superficie. A estas instalaciones se las denomina infraestructura, definida como el conjunto de instalaciones y servicios a disposición de la actividad aeronáutica.

En el concepto convencional asumido como sistema del transporte aéreo, tanto aviones como aeropuertos están subordinados al servicio del pasajero que es la causa del efecto producido en los responsables de construir aeropuertos, de acometer la implementación de instalaciones necesarias para no quedar rezagados y para asegurar su total participación en este gran acontecimiento de la industria del transporte aéreo.

El terminal de los pasajeros constituye uno de los elementos principales del costo de la infraestructura de un aeropuerto. Muchos aeropuertos en el mundo se han construido como genuinos monumentos arquitectónicos al progreso de la aviación nacional e internacional, y los pasajeros se han acostumbrado a una ostentación suntuaria del diseño que escasamente tiene que ver con las funciones que se pretende desempeñe el terminal.

Debe observarse que, según el apartado 37 de Convenio de Aviación Civil Internacional firmado en Chicago en diciembre de 1944, cada Estado contratante se compromete a colaborar a fin de lograr el más alto grado de uniformidad posible en las reglamentaciones relativas a  las características de los  aeropuertos y áreas de aterrizaje.

Nuestros principales aeropuertos no arrojan ingresos considerables por concepto de explotación de tráficos del cabotaje e internacional  y estaban en concesión por 25 años, hasta que fue interrumpida esta concesión y es innegable por simple comprobación visual que no se evidenció un progreso fehaciente en la infraestructura, pues maquillajes no cuentan, sobre todo en el aeropuerto de La Paz, que debería asignársele preferencia porque ha servido de punta de lanza y generador de recursos para  el progreso y establecimiento  de otros aeropuertos en el país.

Los aeropuertos en Bolivia no generan considerables ingresos debido a que no es entendida todavía por las autoridades aeronáuticas la obligación de promocionarlos,   situándolos a un nivel competitivo con los países limítrofes en lo concerniente a tarifas por servicio; se comprueba con estupefacción que los principales aeropuertos de Bolivia ostentan tarifas superiores comparativas a los países limítrofes y extra limítrofes; peor realidad: aquéllos ofrecen mejor infraestructura, modernidad y seguridad en sus servicios. 

No se entiende esta antinomia; los aeropuertos no fueron construidos para satisfacer las veleidades de malos gobernantes ni menos para satisfacer necesidades salariales de los administrativos y mal concebidos sindicatos; están para servir al país como fuente estable de ingresos y facilitar la aeronavegación, la comunicación con el exterior y formar nuevos valores en la gestión de aeropuertos. 

No se debe descuidar los servicios de cabotaje, no solamente en la red troncal, sino servir regularmente a los departamentos y poblaciones más deprimidas con tarifas realmente promocionales que incentiven la elección del transporte aéreo interno y la carga o mercancía; somos un país mediterráneo y la actividad aeronáutica reclama prelación. Mercado potencial existe en demasía, sino comprueben los lectores el considerable número de pasajeros que se transportan anualmente por tierra.

Es exigible, como sentimiento general, que para cualquier tipo de concesión de administración de aeropuertos, se elija  a la institución más preparada y solvente en la administración de aeropuertos y en Bolivia existe una, tal es el caso de Aasana, que cuenta entre sus técnicos y niveles de mando medio y superior con profesionales de probada experiencia, largos años de formación, actuación idónea y responsable en el medio. 

Por otro lado, como la aeronáutica civil  es un sector innegablemente estratégico, cuyo fundamento se puede defender y sostener ante cualquier foro, es tiempo de confiar esa importante administración de aeropuertos a nuestras instituciones y evitar la concesión a grupos empresariales que no albergan la pertenencia y el interés nacional de un mejoramiento estructural  e ininterrumpida promoción de nuestros aeropuertos, correspondiendo así a la característica inequívoca de Bolivia con su naturaleza de país eminentemente aeronáutico.

FORO

RAÚL PINO-ICHAZO T.

Abogado, posgrados en Derecho Aeronáutico, Arbitraje y Conciliación

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