Otro crimen a la aviación que se juzga MH-17
No hay verdad que no se sepa, máxima que se puede aplicar a esta irreparable catástrofe aérea que privó de la valiosa vida a 280 inocentes. La comisión de expertos holandeses y de otras nacionalidades, todos ellos idóneos, honestos y con probada experiencia en investigaciones de accidentes aéreos en todas sus fases, concluyó hace unos días su detallada investigación que duró casi tres años y, han imputado a siete presuntos autores de esta catástrofe aérea del avión malasio MH-17, ocasionando la muerte de 280 vidas inocentes. Ahora por fin se procede a juzgar formalmente.
La comisión aclaró específicamente que no existen dudas sobre el origen de este siniestro intencional, que involucra al dolo, pues se han realizado innumerables observaciones en situ, analizado más de 8.000 fotografías de diferentes fases del derribo, reconstruido las piezas del avión una por una, realizados exámenes químicos sobre la procedencia de fabricación del misil y, además, existe un registro de más de 5.000 llamadas telefónicas a testigos de la caída del avión y otras pesquisas de orden interno.
Las pruebas de la comisión internacional de investigación son concretas y no permiten la existencia de incertidumbre o atisbo de duda razonable, que permitirá a los supérstites de las víctimas disponer de este informe perspicuo; ahora, por fin se juzgará a los presuntos autores, con este informe definitivo y contundente en pruebas, emergerán los contenciosos jurídicos por reparaciones civiles ante los organismos competentes de impartición de justicia internacional, pues dolo existe.
Este doloroso suceso que deja a los familiares sin capacidad de resiliencia, pues es indignante la forma irresponsable de operar misiles de guerra contra la aviación comercial; suficiente es afirmar que es muy fácil identificar un avión comercial a uno de guerra: solo por la altura y las rutas digitales establecidas internacionalmente para vuelos comerciales. Como seres sensibles y solidarios debemos reflexionar sobre la vida y esperanzas truncas de los que perecieron por el ilimitado poder que se arrogan ciertas potencias, en un desprecio grosero por la vida del otro.
¿Cuál el pronóstico para este juicio internacional? Este columnista como jurista pronostica lo siguiente: los jueces están impuestos de un estudio profundo de los antecedentes de este crimen y condenarán a los presuntos culpables, empero, estos culpables no podrán asumir la cuantiosas indemnizaciones por reparación civil y lucro cesante de los fallecidos, todo bajo la tutela de la responsabilidad extracontractual, pues hubo dolo, y el coautor de este estrago aéreo premeditado que proviene del ámbito ruso, rechazará su intervención y la condena.
Deplorablemente las víctimas deberán esperar un cambio de gobierno en Rusia que sea consecuente con la asunción de su responsabilidad. Lo positivo de este juicio es que la condena será imprescriptible para los autores y coautores, y ante la comunidad internacional constituirá un ostensible e imborrable desprestigio, además de una constante presión para reparar daños. La verdad está siempre en la profundidad (veritas est in puteo).
Así, esa línea de acción de ciertas naciones que nunca cambia o se reconduce sino con un remezón político enarbolado por la población, es un reflejo fiel de sus estudios, experiencias, habilidades y destrezas, orientadas al bien o al mal.
FORO
RAÚL PINO-ICHAZO TERRAZAS
Abogado, posgrados en Derecho Aeronáutico, Arbitraje y Conciliación