Clacso editará un libro colectivo sobre la pandemia con artículos de prestigiosos exministros e investigadores y médicos. Nila Heredia, exministra boliviana, consiguió el apoyo del rector de la UMSS, Juan Ríos del Prado, en la corrección de estilo y la edición de 300 ejemplares del libro. Es muy importante conocer las opiniones de estos expertos, porque coinciden, entre muchas, en estas conclusiones: 1) La pandemia es un síntoma, entre muchos, de una crisis de la civilización occidental, cuya obra se expresó en dos grandes construcciones: el capitalismo y el socialismo. 2) El Estado es el único que puede luchar eficazmente contra la pandemia, y no por cuestiones ideológicas sino históricas, siempre que tenga suficiente legitimidad como para dialogar con la sociedad y así conseguir respuestas a sus medidas. 3) En el mundo, y no solo en Latinoamérica, es alarmante la ausencia de políticas de salud, porque esta se ha convertido en mercancía y no en un derecho colectivo, el más sagrado de los derechos.

Pronto se cumplirán 50 años desde aquel 1975 en que gané el Premio Nacional de Ensayo con mi Pedagogía de la Liberación, que tiene un subtítulo: Primera parte: Crisis de la Civilización Occidental. En realidad, esta crisis se había hecho visible durante la rebelión de los universitarios en mayo del 68, en París. Los jóvenes parisienses se rebelaban contra el Sistema, por eso sus consignas eran tan atractivas para esa generación del empute, que se había incubado en esa capital al menos desde el curioso optimismo de los siglos 18 y 19 por el progreso. Tres ideólogos inspiraban el movimiento, que hablaba de las Tres Emes: Marx, Mao y Marcuse, este último figura visible de la Escuela de Frankfurt con al menos dos de sus libros, El hombre unidimensional y Eros y civilización, que atacaban la sociedad de consumo extendida por el capitalismo de Occidente.

Hoy la crisis civilizatoria es una convicción, hoy a más de 50 años de ese mayo del 68 parisiense. Quizá vengan otras pandemias, pero todas pondrán en evidencia que ya no podemos volver a esa normalidad a la que nos ha acostumbrado el capital financiero, y, en especial el complejo médico farmacéutico que hace de lo que antes fue un servicio una estrategia de acumulación capitalista.

¿Por qué no escribí la segunda parte de mi libro? Quizá porque mis lecturas de la Escuela de Frankfurt, al calor de ese mayo del 68, señalaban como solución de que todo se convirtiera en mercancía, el volver a la gran cultura de Occidente, a la música “culta”, a los grandes compositores y artistas.

RAMÓN ROCHA MONROY

Escritor, abogado y  "Cronista de la Ciudad"

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