Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 16:20

Sus “odiosos” argumentos

Sus “odiosos” argumentos

Lo que está mal debe corregirse, lo que no es verdad debe aclararse, lo que no se hizo bien debe rehacerse, así de fácil, así de simple para entender, si lo hiciéramos. Ha sido sin lugar a dudas una semana terrible para nuestro país, por decir lo menos. A raíz de mi trabajo periodístico he aprendido a ver las situaciones de la manera mas objetiva posible, sin apegos ni rechazos, ni de un lado ni del otro, siempre he tratado de estar al medio. Esa buena práctica, imprescindible para mi carrera, me ha permitido desarrollar una capacidad de empatía, que es ideal para entender la vida misma, con los otros. 

Aunque la semana ha dejado de todo para repercutir, desde un denunciado fraude, hasta la proclama de una victoria sin resultados al 100% (recién se concluyó el escrutinio el viernes) y decenas de marchas de uno y otro lado, prefiero reflexionar sobre lo que mostramos como bolivianos y bolivianas, mas allá del acontecer político, en estos días. 

Es agradable ver que los más jóvenes se interesen por lo que ocurre en nuestro país y asuman una participación activa junto con su comunidad. Lo que entristece es escuchar sus “odiosos” argumentos. “Evo Evo ca…, sos un hijo de p… ” es el cántico oficial que repiten decenas de veces al día los más jóvenes, apostados en las esquinas de la zona norte de la ciudad. Usan la tricolor en la espalda como una especie de capa que los identifica plenamente como contrarios al gobierno, y con ello solo derrochan argumentos llenos de odio que muchas veces suelen ser alimentados por sus propios padres. No son todos, pero podrían fácilmente contagiar a los demás, si no se socializa pronto el argumento real y sin odio que moviliza a los del norte. Estan enojados, piden respeto a su voto (aunque muchos aún no votaron en estas elecciones) y exigen vivir en democracia. La pena no es que estén allí, la pena es que muchos de sus argumentos están cargados de odio. 

¿Qué pasa al otro lado? Tampoco veo que los más jóvenes, que están exigiendo también respeto a su voto y proclaman a su candidato como ganador, estén llevando de bandera un argumento real. “Evo, amigo, el pueblo está contigo”, gritan mientras elevan a lo más alto las banderas del Movimiento Al Socialismo. Critican a los “otros”, los tildan de “hijitos de papá”, los acusan de tener dinero y aseguran que sus bloqueos son solo una farsa. También, igual que los “otros” que tanto critican, están con argumentos cargados de odio, que suelen ser bien alimentados por pésimos dirigentes.  

Odiosos argumentos de uno y otro lado, qué impresionante es leer en las redes sociales y ver cómo los ataques están totalmente alejados de la coyuntura, del conteo, de la votación, de los candidatos. Los insultos van en otro sentido, totalmente opuesto, que solo da cuenta del odio con que están cargados los unos contra los otros. Sin pensar que unos y otros hacemos el todo, ese todo que es Cochabamba y Bolivia. 

Yo quiero exigir, en cambio, que en Cochabamba se respete el voto más importante que emitimos hace al menos 12 años, cuando después de un “Enero Negro” decidimos todos votar por Cochabamba. Por cerrar las heridas, por achicar la brecha y nos comprometimos por todos los medios a evitar llegar de nuevo a una fatídica jornada tan dolorosa para nuestro departamento. Yo exijo que se respete ese voto, el que hicimos todos por recuperarnos como hermanos.