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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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Los errores de autointerpretación del MAS

Los errores de autointerpretación del MAS

En el periodo que va desde la crisis política de 2019 (que culminó con la renuncia de Evo Morales) hasta las elecciones presidenciales de 2020, se ha gestado y reforzado paulatinamente al interior del MAS una línea discursiva que tiene como centro la idea de un “retorno a las bases”. Esta concepción es, sin embargo, altamente preocupante en la medida en que hace parte de una narrativa mayor en virtud de la cual el partido en función de gobierno interpreta su historia reciente desde lo que podría llamarse una “ficción del origen”, un recurso ideológico que le ofrece una visión errada de su propia constitución y características.

Cuando, por ejemplo, a nombre del “retorno” a las candidaturas “fieles” a la “línea” del MAS se aparta a los candidatos “invitados” (que constituían la articulación real entre el partido y la clase media urbana), lo que ocurre es que se tiene un horizonte de senadores y diputados que carecen de toda representatividad para un sector importantísimo del país. En este sentido, aquello que se reafirma es una auto-interpretación idealizada de acuerdo con la cual el Movimiento Al Socialismo no solo tendría su origen total sino también su realización más plena en las dinámicas sindicales que caracterizan a una parcialidad del país. De tal forma, habrían sido elementos “exógenos” y “parasitarios” los que, incorporándose al genuino funcionamiento sindicalizado de “las bases”, provocaron todos los evidentes errores políticos que condujeron al MAS hacia la crisis de 2019.

Esta auto-interpretación no solo constituye un problema fundamental a la hora de realizar un análisis crítico del propio accionar partidario, sino que además desfigura una realidad que puede condicionar decisivamente la forma en que el MAS busque, en el futuro inmediato, lógicas de relacionamiento con la población electoral que no pertenece a su propio círculo. Si bien el origen del MAS radica de modo parcial en la vida sindical de la parte occidental del país, su éxito electoral en todos los procesos que condujeron a Evo Morales a la presidencia se basó igualmente en su capacidad para construir una imagen simbólica específica que, en cada caso particular, le granjeó el apoyo parcial de un sector urbano decisivo. Esto supone que las realizaciones electorales más plenas del partido se debieron no solo a la efectividad funcional de sus lógicas sindicales (tanto el acuerdo dirigencial como el contacto y la negociación directa con “las bases”) sino a su capacidad de entender los ámbitos “mediáticos” que constituyen la atmósfera de la vida política urbana moderna.

La mala interpretación del propio origen como razón de la plenitud ontológica del MAS conduce necesariamente a la incapacidad para leer el peso específico que la vida mediática de un país (en la que los candidatos, la vida privada de los dirigentes o las “señales” que se dan en el parlamento son decisivas para ganar o perder sectores inmensos de votación) tiene en su decurso político. De mantenerse, esta “ceguera” impondrá una limitación fatídica a la capacidad del actual gobierno para reconfigurar el maniqueísmo que caracteriza la escena política del país. 

SIN ASIDEROS

OSCAR GRACIA LANDAETA

Filósofo

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