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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Presidenta con A

Presidenta con A

No es un debate nuevo, el que dan las corrientes feministas con la Real Academia Española -RAE y una corriente reformista que impulsa el reconocimiento de un lenguaje inclusivo en la lengua española. Por un lado, están quienes consideran que el lenguaje es un constructo socio cultural y por tanto dinámico, que debe adaptarse a la realidad y a las condiciones sociales en las que se produce, y por otro, la RAE que sostiene el “uso genérico del masculino para designar los dos sexos está firmemente asentado en el sistema gramatical” (Bosque, 2012), por lo que no es necesario “forzar las estructuras lingüísticas”.

A pesar de que la RAE reconoce la discriminación contra las mujeres, los comportamientos verbales sexistas y la necesidad de visibilizar a las mujeres, en varias oportunidades se burló de la adopción de lenguaje no sexista por parte de algunas Constituciones latinoamericanas, de algunas comunidades autonómicas de España y de manuales y documentos de organizaciones feministas.

La presencia de mujeres como mandatarias de naciones reabrió el debate sobre el uso del femenino. Con base en la “corrección” del uso del lenguaje, se lee en la prensa escrita y se escucha a periodistas en medios audiovisuales y en redes sociales, referirse a las mujeres en la Presidencia como “la presidente”, negándose al uso femenino del término.

Hace pocos días una usuaria de twitter, hizo una consulta a la RAE, solicitando aclare el uso del término “Presidenta” que Cristina Fernández reclama desde hace tiempo en Argentina. La RAE respondió “En referencia a una mujer, la opción más adecuada hoy es usar la forma 'presidenta', femenino documentado en español desde el siglo XV y presente en el diccionario académico desde 1803".

Y aunque es una Sorpresa para muchas personas. El debate permanece en la mesa, el lenguaje debe adecuarse a las necesidades de la sociedad y no al revés. El lenguaje refleja la sociedad que la utiliza y los valores que la sostienen; y al mismo tiempo, es el medio por el que aprendemos la realidad. En palabras de George Steiner, “lo que no se nombra no existe”.  Si la sociedad es sexista, racista y clasista, el lenguaje lo expresará.  Las mujeres demandamos, en justicia, un lenguaje inclusivo, el reconocimiento de nuestra existencia, presencia y aporte.