Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Ejecutivos, el nuevo desafío

Ejecutivos, el nuevo desafío

Con mucha expectativa se esperó la presentación del gabinete ministerial del flamante presidente Luis Arce, porque, sin duda, en su composición se buscan señales de lo que podría ser la gestión gubernamental, quienes lo integren, sus trayectorias como indicadores de prioridades o modalidades de gestión.

Para quienes hacemos seguimiento a la presencia de las mujeres en los espacios de decisión, lo primero que podemos observar es que no hubo cambio en la tradicional distribución de carteras ministeriales por sexo. Solo 3 de las 16 carteras recaen en mujeres, lo que representa el 19% del total de ministerios. El promedio de participación de las mujeres en el ámbito ejecutivo, en los últimos 68 años, es de solo 8%, en términos absolutos, de un total de 1.125 designaciones ministeriales, 1.039 han recaído en hombres y solo 86 en mujeres.  Existe evidencia también de que las mujeres permanecen menos tiempo asumiendo funciones como ministras que sus pares hombres.

Un reporte de la Campaña Protagonistas, recuerda a Alcira Espinoza como la primera mujer designada en 1969 como ministra, en la cartera de Trabajo, en el gobierno de Luis Adolfo Siles. La segunda ministra fue Ana María Romero, quien asumió Ministra de Prensa e Informaciones, en el gobierno de Guevara Arze. A pesar de tener a una mujer conduciendo el país, el gobierno de Lidia Gueiler solo tuvo dos ministras. Posteriormente, ni el gobierno de Siles Suazo ni el de Víctor Paz incluyeron mujeres en sus gabinetes. Paz Zamora solo tuvo tres mujeres y Sánchez de Lozada, ninguna. Dos años de la gestión de gobierno de Evo Morales contó con gabinetes paritarios. En el transitorio de Áñez, se realizaron 37 designaciones ministeriales y se suprimieron tres carteras (Culturas, Deportes y Comunicación). Dichas designaciones recayeron en 29 hombres y ocho mujeres (22%).

El Ejecutivo sigue siendo el espacio más difícil para lograr la inclusión de las mujeres de manera activa y protagónica, no solo en el nivel nacional sino departamental y municipal, así vemos en que solo el 8% de los municipios tiene a una mujer como alcaldesa, y no tuvimos ninguna mujer electa como gobernadora. Esperamos que las elecciones subnacionales ofrezcan mejores perspectivas a la participación política de las mujeres en estas instancias. 

DESDE EL CUARTO PROPIO

MÓNICA NOVILLO G.

Feminista y comunicadora social

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