Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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Coronavirus: en clave género

Coronavirus: en clave género

En los últimos tres meses, la población mundial se ha puesto en vilo ante la emergencia sanitaria global de coronavirus (COVID-19), calificada ya por la Organización Mundial de la Salud como pandemia. Desde diciembre, el coronavirus ha ocupado los principales titulares de medios de comunicación en todo el mundo y ha saturado las redes sociales con información de la más diversa y no necesariamente la mejor, en términos de calidad. 

Su llegada a nuestro continente y particularmente a Bolivia, ha desencadenado las más variadas reacciones, actitudes violentas producto del miedo, desesperación y falta de información por comprar insumos, dando lugar a que personas inescrupulosas especulen con los productos para la prevención como sanitizadores, antibacteriales, barbijos y alcohol en gel y el bloqueo a centros hospitalarios definidos para el aislamiento y el tratamiento de la enfermedad.

Ya se han tomado medidas y de manera progresiva se va incrementando la dureza de las mismas: desde el inicial cierre de escuelas y colegios, el control de las fronteras, difusión de información sobre prevención, reducción del horario de la jornada laboral y ahora restricción de los horarios de circulación del transporte público, dictadas por el Gobierno nacional, y que se complementan con las que asumen los gobiernos departamentales y locales. Los efectos no se dejarán esperar, se habla del impacto en la economía global y local, y el perjuicio para amplios sectores económicos, en el desempeño de las actividades cotidianas.  

Poco se habla del impacto diferenciado en las mujeres, siendo ellas quienes se encargan mayoritariamente del trabajo de cuidado, no solo en el ámbito privado, por lo que el cierre de escuelas y guarderías implican un efecto inmediato en el uso de su tiempo; sino también en el ámbito del sector de salud, donde también son mayoría, y se ven más expuestas al contagio.

Varios países ya han reportado el incremento de situaciones de violencia contra las mujeres, vinculadas con la recomendación de quedarse en casa y la restricción de circulación. No cabe duda que las situaciones de crisis exacerban los desequilibrios de género, por lo que el trabajo de control de la pandemia, debe incluir medidas adicionales para prevenir la violencia y los impactos negativos sobre la mitad de la población.

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