Al iniciar la década de 1991, Argentina fue el primer país en el mundo en aprobar una ley de cupo femenino, el equivalente de la Ley de Cuotas en Bolivia, que establecía que las listas de candidaturas a cargos electivos, debían estar confeccionadas con al menos 30% de presencia femenina. Este avance permitió avanzar más aún en el reconocimiento de los derechos de las mujeres en ese país y poco a poco la cuota se irradió en la legislación de la región. Casi 30 años después, y apenas un día antes de terminar el complejo 2020, Argentina vuelve a levantar la barra de la legislación en relación a derechos de las mujeres en América Latina, habiendo logrado la aprobación de la Ley de interrupción voluntaria del embarazo- IVE, que marca el paso de una normativa con base a causales, riesgo de la salud y la vida de las mujeres y violación, hacia un régimen que permite a las mujeres argentinas, acceder al aborto legal hasta las 14 semanas de gestación.

Después de décadas de trabajo de los movimientos feministas para visibilizar la demanda por el aborto legal, seguro y gratuito; y varios intentos para impulsar el debate del proyecto de ley en el Congreso argentino, formó parte de las ofertas electorales del actual presidente Alberto Fernández y fue ratificada en su discurso al iniciar el año legislativo. Aunque originalmente el proyecto debía ser enviado por el Ejecutivo para su debate en marzo, la emergencia sanitaria por COVID-19 retrasó su presentación formal hasta noviembre, cuando empezó el debate legislativo y finalmente fue aprobada primero por la Cámara de Diputados el 11 de diciembre y finalmente por el Senado el pasado 30.

Miles de personas se conglomeraron frente al Congreso, sosteniendo una vigilia hasta la madrugada para seguir el debate y posteriormente celebrar los resultados de la votación que se tradujo en 38 votos afirmativos, 29 negativos, 1 abstención y 4 ausentes. Las feministas de la región acompañamos el tratamiento legislativo debate con una serie de actividades en redes sociales, vigilias en las embajadas argentinas y amplificando el histórico evento, para posicionar la temática del aborto en nuestros países.

En 2017, durante el tratamiento del Código del Sistema Penal, organizaciones feministas sostuvimos 9 meses de debate sobre el aborto (un artículo de aproximadamente 770). Ningún otro tema recibió atención mediática, ni se debatía con la intensidad del aborto, ni siquiera los artículos que provocaron la decisión de su abrogación.

El movimiento feminista en sus diversas expresiones está a la espera de una nueva oportunidad para avanzar en el debate de la despenalización del aborto y el reconocimiento del derecho a decidir,  sabiendo que fuerzas conservadoras y fundamentalistas se oponen a los avances en relación a la libertad y los derechos de las mujeres y las diversidades. Es cuestión de tiempo, en toda América Latina será ley.

DESDE EL CUARTO PROPIO

MÓNICA NOVILLO G.

Feminista y comunicadora social

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