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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Vocación ideal de golear, gustar, ganar y gozar

Vocación ideal de golear, gustar, ganar y gozar

Después de las rosas con espinas, que significaron las derrotas en el mes de septiembre, contra Oriente e Independiente, apelando a su profesionalismo, los jugadores de Wilstermann le regalaron a Cochabamba -cuando menos se esperaba- una actuación brillante, teniendo como sparring a Atlético Palmaflor.

Abrumado por un déficit económico y deportivo; ubicado fuera de una clasificación internacional, con 10 partidos ganados y 11 perdidos, varios en el estadio Sudamericano, Wilstermann se encuentra sumido en una profunda crisis.

Sin embargo, cuando el talento aparece, el equipo sin técnico titular, desbordando voluntad, deslumbra con su fútbol y se reconcilia con su historial deportivo.

Este equipo, no es menos en fútbol, que Always Ready, Independiente, The Strongest, Royal Pari, Bolívar y Oriente Petrolero que están encima de la tabla de posiciones, pero los resultados negativos son pesados.

El equipo de los varios nombres, hoy Palmaflor, que existirá mientras quieran sus extraños dirigentes del interior, tampoco es malo, tiene buenos jugadores, como Adalid Terrazas, que no es convocado a la numerosa selección, porque seguramente no tiene padrinos.

Mantiene la ilusión de disputar la Copa Sudamericana, pero su estrepitosa e inesperada derrota por goleada ante los rojos, abre una enorme interrogante. Está obligado a sumar con Independiente, Always Ready, Real Potosí, Blooming y Aurora que le ganó en la primera rueda.

La última producción individual y colectiva de Wilstermann -antes del receso por eliminatorias- fue casi perfecta, se impuso en todas las líneas a Palmaflor que no atinó a marcar ni un solo gol.

Áñez, Chávez y Villarroel superaron en el medio campo a Terrazas, Azogue, Santos y Gómez.

Patito Rodríguez dejó a un lado su personalismo y puso sus aptitudes al servicio del equipo, como Serginho, que volvió a disfrutar del fútbol, alegrando a la tribuna adepta.

Giménez, el señor del arco, Ballivián recuperando su particular alegría y complicidad con el balón, junto a Echeverría, buen jugador; Ortiz con menos errores que nunca, Luis Rodríguez cada vez más seguro en su lateral.

Los que alternaron, no desentonaron, fue una gran noche de fútbol y goles. Wilstermann, volvió a ser grande y grato para sus fieles seguidores.

Mis circunstancias

MOISÉS REVOLLO 

Periodista deportivo

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