Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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La política y el fútbol semejantes

La política y el fútbol semejantes

Después de la histórica victoria de Wilstermann, por Copa Libertadores de América, nada menos que en Chile, se me ocurre escribir que todo es relativo, en el milagro que se llama vida y que siempre se encuentra a un paso -sin fecha- de la muerte.
Transitamos entre similitudes y diferencias, estrechas, mezcladas, identificadas, con lo bueno, lo malo y lo feo, todo cercano, entre alegría y tristeza, amor y odio, honestidad y corrupción, religión y ateísmo, verdad y mentira, luz y sombra, sol y luna, noche y día, cultura e ignorancia, pobre y rico; Wilstermann y Aurora, amigo y enemigo, etc. Así infinidad de sinónimos y antónimos, con sus peculiaridades.
Por eso, la política resulta equiparable al fútbol, en todas sus facetas, buenas y malas, con protagonistas de carne y hueso, reflexivos, apasionados y fanáticos; alguien cree que solo con la ayuda de Dios se puede conseguir el éxito, cuando la realidad siempre supera a la ficción.
La mayoría de los ciudadanos, no somos socios de un club ni militantes de un partido político, pero todos tenemos emociones.
Para todo en la vida, se precisa capacitación, disciplina, sacrificio, lectura, planificación y organización, aparte de las actitudes y aptitudes ganadoras.
La política es similar al fútbol de alta competencia. Por eso la Selección de Farías no pudo competir con la de Brasil o Argentina, como que tampoco se podía ganar al MAS, sin preparación ni unidad.
Los candidatos del campo opositor al anterior gobierno, nunca dieron la talla para ofertar algo mejor al aficionado -en este caso elector- y se dedicaron a pelear entre ellos, ofreciendo un pobre espectáculo, que mereció la rechifla en las urnas.
Las redes sociales se plagaron de insultos y noticias falsas, indignando a la gente que vota, pero que no vive de los gobiernos de turno.
Es ridículo que alguien quiera ganar algo en nombre de Dios, en política o en el fútbol, cuando en todos los bandos o equipos existen creyentes que se encomiendan a Él.
Dejemos tranquilo a nuestro Dios, prestemos más atención y empeño a la capacitación o preparación para conseguir objetivos, en la política o en el fútbol, como en todo emprendimiento.
Esta semana, disfrutemos del triunfo boliviano, gracias a jugadores que son mejores que los políticos.
 

MIS CIRCUNSTANCIAS

MOISÉS REVOLLO

Periodista deportivo

[email protected]

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