Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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Parte del maratónico torneo inédito

Parte del maratónico torneo inédito

Al principio parecía una locura, hasta una estupidez mayúscula, imposible de llevar a cabo; sin embargo, pudieron, y más allá de los resultados y anécdotas, me gustó y seguramente a muchos, aunque discrepemos en nuestros puntos de vista, con algunos de los cientos de miles de opinadores de fútbol.

Es que en un año especial e imprevisible, como fue el 2020, todo y nada podía pasar, hasta la vida podíamos perder o conservar.

Después de 8 meses y 13 días de interrupción forzada, el torneo se reanudó e increíblemente se jugaron 98 partidos en solo 33 días.

Primero por la televisión y después algunos desde el mismo estadio Sudamericano, presenciamos buenos y malos partidos, dentro el nivel de nuestro fútbol boliviano.

Se hizo posible, por la presión de la Conmebol, que exigió que los premios se ganen en cancha; por mayoría, los dirigentes programaron lo que parecía difícil, con jugadores que excepcionalmente mostraron voluntad y entrega profesional.

Mucho se hablará y escribirá todavía, sobre el histórico torneo apertura 2020, arbitrajes dudosos, sanciones relámpago y diferidas, eliminación de los descensos, aumento de equipos a la división profesional, pases y contra pases, la ventaja de la altura, la legitimidad presidencial en la FBF, restricciones al trabajo de la prensa, ausencia y presencia del público, etc.

Lo que en principio, comentando precipitadamente, parecía algo excepcional, inaudito y hasta humanamente imposible, trajo a referencia la realización de juegos mundiales, olímpicos, panamericanos, sudamericanos, bolivarianos y hasta campeonatos nacionales, de cualquier deporte, que se disputan en pocos días, normal y sin drama.

Inclusive, recordamos las historias de muchos llamados “siete ligas”, que podían jugar en el día, matinal, matiné, tanda y noche, antes de que el profesionalismo les prohibiera, hasta participar en el fútbol de salón.

Entonces, no resulta extraordinario que un futbolista “profesional” pueda competir cada 48 horas, si el formato de torneo así lo exige, máxime si está preparado, física y mentalmente.

Para el año que comienza, la incógnita se mantiene, aunque con la próxima aplicación de la vacuna, es probable que la actividad deportiva y especialmente del fútbol, sea más regular que en el 2020.

Mis circunstancias

MOISÉS REVOLLO 

Periodista deportivo

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