Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 18:21

Del optimismo a la cruda realidad

Del optimismo a la cruda realidad

En septiembre, inevitablemente me desborda el optimismo; por eso hace una semana, estaba casi seguro que el equipo Bolivia le ganaba a Colombia en La Paz, pero apenas empató con el golazo de Saucedo.

Nadie entra a la cancha pensando en perder, pero la realidad contrasta con las buenas intenciones y no siempre se consigue el objetivo deseado. Bolivia perdió en Uruguay y esta noche no se espera mucho, en su partido con Argentina.

En la habitual búsqueda de culpables, la mayoría apunta al entrenador, pero no es el único, porque el principal es César Salinas, que se encaprichó con el venezolano. No le importó desplazar a los bolivianos Soria, Villegas y Baldivieso, aunque costase un dinero que no es suyo.

Sin embargo, lo que molesta es que Farías siempre aseguró que clasificaría para el Mundial de Qatar, cuando la mayoría sostenía que no habían posibilidades reales, por el mal momento estructural del fútbol boliviano.

En la nostálgica comparación con el Seleccionado de los años 90’, solo Martins y Ramallo son equiparables como goleadores, aunque con estilos diferentes. Después, ninguno se iguala al nivel que alcanzaron, jugadores que disputaron eliminatorias para los mundiales de 1990, 1994 y 1998.

Ni los dirigentes son mejores a los que manejaron la Federación antes. Solo les superan en beneficios económicos y soberbia incompresible.

Ahora existe mucho más dinero que en esa época dorada, pero menos talento o en cuentagotas, como se observa en cada partido sufrido.

En la mitad de la clasificatoria 2022, es grosero seguir alimentando ilusiones, aunque insisto en que el equipo debería ganar en octubre a Perú y Paraguay, a Uruguay en noviembre, Chile y Brasil el próximo año, como objetivo obligatorio, en la altura de La Paz.

Aunque la altura ya no es aliada natural, si los nuestros no tienen adecuada preparación para no cansarse, mucho más que los jugadores visitantes. No todo es descartable. Existe buena base para pensar en la próxima eliminatoria mundialista. Ahí están los Vaca, Cordano, Chura, Reyes, Villarroel, Saavedra, Haquín, Quinteros, Mamani, Fernández, Cuellar, Carrasco y muchos otros, que en un par de años, pueden aspirar a una Selección.

Es la conducción del fútbol boliviano que tiene que cambiar para mejorar.

Mis circunstancias

MOISÉS REVOLLO 

Periodista deportivo

[email protected]

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