Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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Nuevamente Bolivia en la disyuntiva

Nuevamente Bolivia en la disyuntiva

A esta altura, no es factible discernir entre quiénes somos malos o buenos, peores o mejores, ¿los que nos declaramos neutrales, por comodidad o conveniencia? o ¿los que asumimos una posición política, -de acuerdo a nuestra conciencia- asumiendo riesgos y consecuencias?

Es otro nivel el de los mercenarios, que no faltan, vacíos de empatía, que inventan o modifican relatos, a gusto y pedido de la facción contratante, distorsionando ideologías, como pretexto.

Los que tenemos bastante recorrido en la vida, podemos pensar que lo hemos visto todo, pero nos equivocamos -una y otra vez- porque la historia, aunque se repita, no deja de sorprendernos y nada es predecible. Deseo que la juventud -hombres y mujeres- más que ahora, se interesen por los problemas cotidianos, de la familia, el barrio, el trabajo, los estudios, la formación, Cochabamba y el país donde vivimos.

Quienes andamos inmersos en la vorágine, apenas entendemos las contradicciones de la política nacional. Espanta observar en acción a unos y otros, que al ser parecidos por radicales, tienden a juntarse como extremos.

Como en todas partes del mundo, ante la apatía o impotencia de la mayoría de los ciudadanos, los políticos de cualquier tendencia, pretenden hacer y deshacer Bolivia, que consideran su propiedad exclusiva.

En la historia, hubo muchos golpes y fraudes, aun así, nuestros antepasados, abuelos y padres, lograron sobrevivir a su manera.

Los que ganaron las últimas elecciones nacionales, pero les fue muy mal en las principales ciudades, en las denominadas subnacionales, pretenden imponer su propio relato o historia, quebrantando la convivencia.

Los bolivianos votamos para que las autoridades hagan su trabajo, se ocupen de la salud, del trabajo para la gente, atender los múltiples requerimientos, pero nunca para que peleen y destruyan lo poco que se tiene.

Por eso, contra opiniones desaforadas u oficiosas, generalmente perdedoras en las urnas -que estimulan la confrontación- considero sensato y oportuno que el alcalde electo de Cochabamba priorice el compromiso asumido con sus electores, para reconstruir la institucionalidad del municipio.

Existe mucho por hacer en la Alcaldía, sumida en crisis, como para no alinearse a los bandos en disputa.

Mis circunstancias

MOISÉS REVOLLO 

Periodista deportivo

[email protected]

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