Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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En el nombre del fútbol

En el nombre del fútbol

Me preguntaba si la sobredosis de fútbol es dañina como otras adicciones, pero yo mismo respondía, que todo depende de nuestra mente, y por eso las decisiones que tomamos son bajo nuestra responsabilidad.

La jornada de ayer fue de mucho fútbol, como casi todos los días de la semana, con partidos de Champions, Libertadores, Sudamericana y nuestro modesto pero querido torneo boliviano.

Chelsea, cuyo propietario es ruso y el presidente estadounidense, eliminó limpiamente a Real Madrid, clasificando para la final contra Manchester City, otro Club inglés con propietario emiratí, que se jugará el 29 de mayo en el estadio olímpico Atatürk de Estambul.

Ambos, poderosos fundadores de la abortada Superliga europea, tienen historia diferente. Chelsea fue finalista el 2008 y ganó el título el año 2012, mientras que el equipo entrenado por Pep Guardiola disputará el título por primera vez.

En el mundo del fútbol, de esperanzas y desilusiones, también está el nuestro. Bolivia ocupa con amplia “incomodidad” y diferencia el último peldaño en Sudamérica. 

En el ranking mundial actualizado, el fútbol boliviano se encuentra en el lugar 81. Históricamente su mejor ubicación 24 fue el año 1997 y la peor 108 en el año 2011.

Sin orientación ni adecuado liderazgo, el fútbol nacional transita sus peores momentos y nadie puede pronosticar lo que pasará en los próximos partidos de la clasificatoria mundialista, que se piensa programar para junio, antes de la Copa América, que se jugará en Argentina y Colombia.

No se vislumbra ningún plan para revertir la crisis del fútbol, burocratizado como nunca, pero con los peores resultados. Mucho dinero y poco fútbol. Los dirigentes creen que los entrenadores son los que ganan o pierden los partidos, por eso los cambian intempestivamente, esperando milagros que no llegan.

Ahí está Strongest, puntero del torneo nacional, goleado por Santos y Bolívar, que apenas empató con Ceará sin goles. La altura ya no asusta a nadie.

Los seguidores, más allá de los resultados, se mantendrán leales, porque gustan del fútbol.

Esta noche, Wilstermann tratará de dar una sorpresa en su partido frente a Arsenal en Argentina, que sería como un bálsamo, en medio de tanta incertidumbre, por su mala campaña, dentro y fuera del país.

Mis circunstancias

MOISÉS REVOLLO 

Periodista deportivo

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