Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 19:57

Miscelánea de la agenda futbolística

Miscelánea de la agenda futbolística

Cuando todavía no existe fecha para el inicio del fútbol de la temporada, los clubes profesionales, de acuerdo a sus posibilidades y expectativas, realizan malabarismos para armar sus equipos, con la mente puesta en alguna clasificación a torneos internacionales, por el premio económico.

Aparte de la contratación de jugadores, satisface que los mejores entrenadores bolivianos tengan un espacio merecido; Eduardo Villegas, Mauricio Soria, Julio César Baldivieso, Erwin Sánchez, Álvaro Peña y Alberto Illanes tendrán su propia competencia. 

Otros como Humberto Viviani, Horacio Pacheco y los bolivianos naturalizados, Victor Hugo Andrada y Marcelo Robledo, además de los extranjeros, Nestor Claussen, Cristian Díaz, José Ignacio Gonzáles, Sebastian Núñez y Domingo Sánchez, pondrán lo mejor de sus conocimientos para adjudicarse el mejor puesto.

Con la crisis intacta y la división de clubes, la adjudicación de los derechos de televisión, será uno de los temas de agenda más complicados. Lo único claro y justo, es que los ingresos sean repartidos en partes iguales entre los protagonistas.

Parapetado el comité ejecutivo de la Federación de Fútbol, tampoco tendrá un año tranquilo, mientras no transparente la gestión inconclusa de Salinas, que le resta autoridad y legitimidad por los remiendos forzados.

Mientras los jugadores le brinden su apoyo, el grupo FABOL seguirá siendo el interlocutor indeseado -pero siempre presente- que ya anunció como un ritual repetido y que cansa “el torneo no comenzará, mientras no se paguen las deudas a los jugadores”.

Las prácticas comenzaron en la mayoría de los equipos, especialmente entre los que participarán en las Copas Libertadores y Sudamericana, aunque sin fechas, supeditadas a la vil COVID-19, que ya fue 20 y será 21.

Se espera que los árbitros reciban mayor atención de la dirigencia embebida, solo en los beneficios del cargo. A falta de VAR, siguen siendo los que –con más errores que aciertos- controlan y a veces deciden la suerte de los resultados, como en el torneo apertura.

El aficionado, que no puede por ahora, insultar a los árbitros, jugadores y dirigentes en el estadio, encontró en las RRSS un mejor lugar, casi siempre desde el anonimato, para descargar sus pasiones y ser parte.

Mis circunstancias

MOISÉS REVOLLO

Periodista deportivo

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