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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Luces y sombras del Ministerio de Deportes

Luces y sombras del Ministerio de Deportes

Las decisiones y palabrerías desafortunadas, que ya son una marca de estos gobernantes transitorios, produjo un golpe emocional, que significa anti campaña, por la eliminación de ministerios sensibles, dizque para ahorrar “gastos absurdos”.

El ministerio en cuestión fue un sueño largamente acariciado por nuestro mundillo del deporte; inclusive formó parte de la propuesta de Manfred Reyes Villa, en su candidatura a la Presidencia de la República.

Funcionó por 6 años, 4 meses y 12 días con luces y sombras, que serán evaluadas con el tiempo, destacando la infraestructura moderna levantada en Sucre y Cochabamba, escenarios que ojalá no se conviertan en elefantes blancos, por la falta de mantenimiento y abandono.

La parte oscura del ministerio suprimido fue su mala relación con las federaciones deportivas, que políticamente fueron marginadas del presupuesto y consideración, aunque se dieron modos para sobrevivir con el respaldo del Comité Olímpico Boliviano.

Evo Morales, aprovechando la bonanza económica y su simpatía por el deporte, fue artífice para la construcción de campos deportivos hasta en lugares inimaginables, donde ni se asoma la práctica, pero en general es lo que más le pedían las autoridades municipales, llegando a afirmar que eran sustitutos de hospitales.

Sin embargo, la casi total ausencia de planificación pone en duda la utilización adecuada y beneficiosa, para el deporte recreativo y de competencia.

Los XI Juegos Suramericanos Cochabamba 2018 son considerados los mejores de la historia. Pese a tener sabor amargo para el presidente, por el desaire sufrido en la inauguración, que ya le reclamaba su irrespeto al 21F, puede ser considerado un legado para el deporte.

Los Juegos Estudiantiles fueron otro acierto del gobierno plurinacional, aunque podían ser mejores si los organizaban personas entendidas en el deporte formativo, dejando de lado el egocentrismo que tanto daño provoca.

Nunca se implementó la Ley del deporte aprobada en 2016, eso puede ser apuntado como el mayor fracaso del ministerio que defraudó la expectativa de la mayoría.

Como Viceministerio, Secretaría o Dirección, cualquier autoridad del deporte, siempre dependerá de la voluntad gubernamental para respaldar la actividad deportiva en Bolivia.

MOISÉS REVOLLO/ Periodista deportivo

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