Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 22:24

La FIFA descubierta

La FIFA descubierta

Se recomienda ver la serie documental de Netflix, “Los entresijos de la FIFA”, que a pocos días del Mundial de la vergüenza en Catar, nos recuerda con imágenes en cuatro episodios, la historia de esta organización, creada en 1904 con inocencia y amor, convertida en tóxica y criminal.

Este organismo global, que cambió su imagen desde 1974 con Joao Havelange y su secretario Sepp Blatter, que lo reemplazó hasta el fatídico año 2015, sumergido en décadas de corrupción e impunidad asombrosa, se encontró con su tarjeta roja.

La corrupción, abuso de influencias, tejemanejes, sobornos y fraude culminaron cuando los ejecutivos de la FIFA, entre ellos Blatter, Platini, Jack Warner, Leoz, Blazer, con millones a cada uno de los 24, nombraron a Catar, como sede impensada del Mundial que comienza el domingo.

No les importó la ausencia de derechos humanos, cambiar los calendarios futbolísticos, la falta de escenarios, cuya construcción provocó una cifra indefinida de muertos, nada, solo su hambre de poder y dinero.

Se encontraron con Estados Unidos, potencia mundial, desairada como otros países, por la adjudicación equivocada y mañosa de la sede 2022 que accionó a la Fiscalía de Nueva York y el FBI, para corretear como conejos a los que creían que no debían explicaciones a nadie.

Ya se sabía que los mismos delincuentes habían recibido varios millones  de dólares para realizar el campeonato mundial en Sudáfrica 2010.

Charles Blazer, norteamericano, uno de los altos ejecutivos comprometidos con la podredumbre, convertido en informante de su gobierno, colaboró en las investigaciones para que muchos de sus amigotes cayeran presos.

Blatter, que estuvo 40 años en la FIFA, hasta hoy se proclama inocente y pretende hacer creer que las tropelías fueron cometidas a su alrededor, sin su conocimiento.

Por eso, debe haber alternabilidad en la presidencia, para no enquistarse como lo hicieron los que usaron el fútbol por saciar sus intereses.

Al final del cuarto episodio se ve a Rolando López Herbas, felicitando a Gianni Infantino, comenzaba a ejercer como presidente de la Federación Boliviana de Fútbol, cargo del que fue obligado a renunciar, por la modesta mafia que funciona en nuestro país, cuando vieron que no se sometería a sus apetitos personales.

Mis circunstancias

MOISÉS REVOLLO

Periodista deportivo

[email protected]