Lo más sobresaliente de los vaivenes o menjunjes del fútbol criollo, es el retorno a Cochabamba de la Sede Oficial de la Federación, que arbitrariamente fue trasladada a La Paz, por el expresidente fallecido, contra el Estatuto y Reglamento.

Así sea de efecto simbólico, esta noticia complace, aunque nos recuerda el silencio cómplice del dirigente cochabambino, que nada hizo por reclamar el atropello del mandamás de turno.

La herencia conflictiva persiste y tiene secuela en sendos recursos judiciales, interpuestos por los que reclaman para sí, la presidencia de una institución deportiva en permanente crisis.

Rodríguez recurrió a la Sala Constitucional Primera en la ciudad de La Paz y Blanco a la Sala Constitucional Segunda de Santa Cruz.

Con diferencia de apenas horas, dichas salas dictaminaron fallos constitucionales contradictorios, dando la razón a sus respectivos peticionarios, lo que hace suponer que el diferendo todavía no fue resuelto, porque seguramente la parte afectada recurrirá a un Tribunal Superior.

En la mañana, la justicia prácticamente reconoció al asociacionista, para que registre su firma en el banco, pero en la tarde, también la justicia, pero de otro distrito, atendió el amparo de Blanco del fútbol profesional, reconociéndolo como reemplazante provisional de Salinas.

La pugna de poder -léase que no es por servir al fútbol, sino que es por la plata- promete capítulos dramáticos de una tragicomedia que no tiene cuándo acabar, mientras el resto somos espectadores que solo podemos opinar.

Dentro ese derecho, reitero sin expresar favoritismo alguno, que le corresponde –sin duda alguna- al fútbol profesional conducir el ente federativo, por simple jerarquía.

Se conoce que los dirigentes de las asociaciones, beneficiarios de la perversa paridad, a la que incluyeron alternancia, son los que ponen y sacan presidentes con sus votos fantasmas, más equipos chicos del profesionalismo.

Robert Blanco, que fue elegido por 10 de 14 clubes y con anuencia del expresidente Salinas para pagar su apoyo electoral, tampoco tiene legitimidad, porque su equipo Destroyers  ya ni está en la división profesional.

Por eso, será un Congreso Extraordinario próximo el que elija nuevo presidente de la FBF para terminar la gestión.

MOISÉS REVOLLO

Periodista deportivo

[email protected]