Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 20:43

La actual principal preocupación mundial es la invasión abusiva de Vladímir Putin a Ucrania, porque, como siempre en cualquier guerra, provocará miles de víctimas inocentes.

Esta desgracia universal, como la pandemia que sigue atemorizándonos, aunque no a todos, puso en segunda línea las noticias nacionales.

Pero algo que sigue mereciendo atención es el enjambre del fútbol boliviano, con más incertidumbre que satisfacciones.

Superada la irregularidad anterior, Bolivia ya tiene un presidente en la Federación, con mandato completo, aunque surgido del mismo acuerdo prebendal que sube a los mandamases del fútbol secuestrado, por personajes que hallaron la fórmula para vivir bien del deporte.

Fernando Costa es el dueño del fútbol boliviano, empresario que presidiendo Always Ready saltó aceleradamente al primer plano.

Se espera bastante de él, sin las presiones que ejercen especialmente los dirigentes de las asociaciones, que tienen la llave para encumbrar, pero que también son los primeros en conspirar, cuando el elegido por ellos y sus votos fantasmas, no atienden sus caprichos o compromisos electorales.

Los primeros pasos fueron interesantes al coadyuvar en la solución del problema de la ficticia división del fútbol cochabambino, cuya estructura legítima volvió a su sede de la calle Ecuador, después de más de 10 años del empoderamiento de un grupo, respaldado por el miope poder político.

La idea de que la Selección Nacional juegue, si es posible, en los nueve departamentos de Bolivia, es atinada, realista e interesante.

Hace tiempo que la altura de La Paz, ya no sirve como pretexto de sede exclusiva e inamovible, porque el equipo no gana ni la mitad de sus partidos de eliminatorias.

Si la ilusión de traer a Bielsa para dirigir la Selección se hiciera realidad, sería fundamental para emprender un proceso verdadero, que precisa a gritos el fútbol boliviano.

Julio César Baldivieso (Royal Pari) y Eduardo Villegas (Always Ready) vuelven a dirigir equipos profesionales, con la experiencia acumulada se espera que les vaya bien. Debemos apoyar a los técnicos bolivianos y también a los nacionalizados que escogieron vivir y formar familia en Bolivia.

A la espera de una oportunidad, Mauricio Soria, Álvaro Peña, Alberto Illanes, etc.

Mis circunstancias

Moisés Revollo 

Periodista deportivo

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