Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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El fútbol se impuso

El fútbol se impuso

Pese a las contingencias, el año 2021 está salvado, aunque persista la improvisación y desorganización en el fútbol boliviano.

Los clubes profesionales están lejos de cumplir con los requisitos señalados para obtener legalmente sus licencias de funcionamiento.

El espíritu aficionado de los dirigentes seguirá prevaleciendo en el manejo irracional de presupuestos, antes que un manejo gerencial, en la desigual competencia económica deportiva.

Contra viento y marea, la Federación Sindical de Futbolistas Profesionales de Bolivia -FABOL-salió fortalecida del conflicto por respaldo de los jugadores activos.

Defendieron la causa justa y esa es su ventaja, porque tenían razón en objetar el funcionamiento arbitrario del inventado Tribunal de Apelaciones, que dejaba sin defensa a sus asociados y desplazaba al Tribunal de Resolución de Disputas.

El respaldo de sus pares desde Argentina, Uruguay y Perú, por ejemplo, visualizó más que antes el derecho de los futbolistas a tener su representación gremial.

No será el último problema entre dirigentes y futbolistas, pero ojalá sirva para clarificar los derechos y obligaciones de ambas partes.

Explotaron las redes sociales, la mayoría criticando a los directivos de FABOL, identificados como responsables para no iniciar el torneo, pero denotando los usuarios desconocimiento del contexto total del problema.

Por ejemplo, parecen no saber que el actual directorio 2018-2022 está conformado por Milton Melgar, David Paniagua, Marco Etcheverry, Pablo Escobar, Edward Zenteno y Silvio Rojas. Ronald Raldes renunció para asumir la presidencia de Oriente Petrolero.

En ninguna parte, los futbolistas en actividad pueden manejar diariamente el sindicato, porque su prioridad es entrenar, concentrar y jugar, por lo que dicha tarea es encomendada a exjugadores que hayan sido referentes, mejor si son abogados.

En el campeonato de superegos, siempre habrá pérdidas, aunque nadie quiera reconocerlas. Por sentido común, los directivos deben reprogramar la primera fecha, observando el desarrollo irregular y caprichoso de algunos partidos forzados.

Al final, en su enésima batalla atemporal ¡el fútbol se impuso! y la pelota volvió a rodar en los estadios de Bolivia, aunque todavía con restricción de público.

Mis circunstancias

MOISÉS REVOLLO 

Periodista deportivo

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