Aunque sufrí el asesinato de John Kennedy, para no desentonar con la mayoría, crecí con resentimiento hacia los “yankees”, porque nos inculcaron temprano que por su culpa nuestro país es pobre y dependiente. Sin embargo, recibíamos beneficios de la Alianza para el Progreso, como el desayuno escolar que era exquisito; pero igual marchábamos contra ellos.

Años después, el imperialismo ya no es exclusivo, ahora comparte la tendencia con China y Rusia. 

EEUU tiene su Constitución aprobada en 1787 por 9 Estados, después fueron 13 y ahora son 50, con 7 artículos y 27 enmiendas o aditamentos. Deben tener envidia de nuestra CPE, con más de 400 artículos (sorna).

Se formó a partir de la colonización británica en el siglo XVII fundando 13 colonias y expandiéndose con las compras y anexiones de territorios, antes de Rusia, España, México, Francia, Dinamarca y Filipinas.

Es un país de inmigrantes, por eso digo que me parece universal, donde caben millones de ciudadanos del mundo persiguiendo el gran “sueño americano”.

Muy pocos pensarían emigrar a Cuba, Venezuela, Nicaragua o Venezuela. El que logra la visa irá al Norte, también a Canadá o países europeos como España o Italia, pero muy poco a China o Rusia, preferible Japón, Islandia o Australia.

Pueden decir lo que sea de EUA, pero los que leemos un poco su apasionante historia, terminamos admirando el sistema americano, con equilibrio de poderes y alternabilidad en el ejercicio del poder, además de la libertad de expresión. 

Por eso conmocionó al mundo la invasión al Capitolio, por las hordas del perturbado Trump, que quiso quebrantar la tradición democrática, que inclusive hizo posible que hasta él fuera presidente.

Muchos tenemos familiares y amigos allá, que con bastante sacrificio y aprovechando la oportunidad, se hicieron un espacio y les interesa -como a nosotros- la suerte de dicha potencia.

Pese a tener posibilidad de conocer EEUU, nunca me interesó visitarlo, pero considero que es un imperio abierto, para los que cumplan requisitos y, fundamentalmente, sean partidarios de la libertad y democracia.

No existe nada mejor que el país de origen, pero si se emigra a cualquier parte, debemos aprender a querer y respetar el lugar donde habitamos. 

Vale también para quienes llegan del interior.

Mis circunstancias

MOISÉS REVOLLO 

Periodista deportivo

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