El dinero es para contar
Así como no me agradaban las guirnaldas al cuello o mixtura al cabello, porque en algunos casos más parece una agresión que una demostración de afecto o agradecimiento, tampoco me gusta recontar el dinero; grave error.
Desde los abuelos escuchamos que el dinero es para contar y recontar, pero nunca apliqué el sabio consejo, hasta que tuve la desagradable experiencia de perder un mil bolivianos, sin derecho al pataleo ni reclamo alguno, porque todo es inútil.
El primer día de diciembre 2022, como todos los meses, pasé a recoger del Banco Fassil de Cala Cala, un monto de dinero que la cajera Patricia López Blanco, me entregó sin contar, en un fajo de billetes, planchado, precintado y sellado, por dicha entidad bancaria.
Confieso que siempre he pensado que un fajo impecablemente presentado, tiene garantía, por lo que sin tocar nada procedí a depositarlo tal como recibí, en una cuenta del Banco de Crédito, pero al contar y recontar, la funcionaria constató -ante mi ingrata sorpresa- el faltante de 10 billetes de cien bolivianos.
Presentado el reclamo en la agencia respectiva, el “analista de reclamos” Julio Enrique Sosa Vásquez, manifiesta que pone a mi disposición la revisión de la grabación de cámaras de seguridad, previa coordinación con los responsables de la entidad, con una explicación sobre procedimientos internos referente a la transacción realizada. Cosa que nunca ocurrió.
Como dicen ellos mismos: “Si el consumidor está en desacuerdo con la respuesta emitida, puede acudir en segunda instancia a la Defensoría del Consumidor Financiero de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI).
Por supuesto que no me satisface las respuestas de los funcionarios encargados, por lo que presenté mi reclamo a ASFI que espero me atienda lo antes posible.
La cajera nunca contó el dinero que me entregaba y tampoco lo hice como debía, pecando de exceso de confianza, lección aprendida con un percance.
No sé en qué momento del “procedimiento” se perdieron los mil bolivianos, lamento que los encargados de atender reclamos justificarán a sus compañeros de trabajo y los usuarios quedamos en total indefensión.
El dinero siempre se debe contar, no importando la cantidad que sea o el tiempo que se tarde. Ahora seré más cauteloso.
Mis circunstancias
MOISÉS REVOLLO
Periodista deportivo