En vísperas del cumpleaños de Alberto Baptista Estrada, “El Diablo” original, como señala Mauricio Méndez Roca, en su extraordinaria obra dedicada al aniversario 70 de Wilstermann; con la libertad que nos proporciona la misma pasión, pienso que Beto Batis, como le llamamos, merece estar en la lista de destacados.

Cuando Marco Etcheverry nacía, ya existía un diablo, que algunos pensaban que era de Oruro, otros de Cochabamba, pero que realmente nació en Potosí, el 8 de abril de 1953.

Comenzó profesionalmente en Municipal a la tierna edad de 15 años; se fue a estudiar a Oruro donde descolló en Ingenieros. Es Alfredo Salazar Rivas, presidente de Wilstermann, que lo ficha personalmente para Wilstermann, pese a la reticencia de Carlos Trigo -el entrenador más ganador- por su estatura.

“El Diablo”, apodado así por su gambeta endiablada, por el goleador indiscutible del equipo rojo, Renán López Echavarría, leyenda viva, que también destacó como periodista, por su sapiencia y serenidad.

Fue parte del segundo ciclo de oro, junto a figuras estelares como Issa, Olivera, Pérez, JJ Ponce, Cabrera Bussett, Bravo, Sánchez, Vargas, Cabrera Rivero y Milton. Todos ellos forman parte de los 70 seleccionados como más destacados de su historia, incluido Gangas, que llegó para la Libertadores, frente a River Plate y San Lorenzo, a exigencia del técnico.

Alberto no merece ser excluido de la lista privilegiada, porque igual que Thiago Leitao o Berodia, por citar ejemplos, le dio mucha alegría a los seguidores del gran equipo aviador.

Fui invitado por Mauricio, el año 2019 para proponer junto a otros colegas, los 70 destacados, pero algunos no lo vieron jugar a Baptista, que tuvo una brillante trayectoria de 10 años, antes de emigrar a Estados Unidos, porque antes no se vivía del fútbol.

No es el único que seguramente estará entre los 100 mejores de Wilstermann de todos los tiempos, como Jorge Urdininea, Roberto Troncoso, Hugo Franco, René Daza, Alfredo Mérida, Ernesto Encinas, Ángel Maldonado, Erich Hoffmann, Wilfredo Siles, JJ Jiménez, Oscar Valdivia u otros.

A Beto lo vimos jugar y divertirse con la pelota, como después a Vladimir Soria, que nacieron para alegrar a la gente, reseñado en el libro “Memorias de la Villa. El milagro del diablo”.

Mis circunstancias

MOISÉS REVOLLO 

Periodista deportivo

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