Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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24.106 días de bendiciones y anécdotas

24.106 días de bendiciones y anécdotas

Año bisiesto, año siniestro, sentencian: la pandemia y la corrupción son virus fatales que dejan víctimas de magnitud y eso que el 2020 todavía no termina, faltan 4 meses intensos, en los que todo puede ocurrir en Bolivia y el mundo.

Sin embargo de que todo superó la imaginación, en septiembre muchos nos ponemos el chip del optimismo que conlleva agradecimiento, satisfacción, expectativa, nostalgia; por Dios, la familia, el trabajo, los amigos, las vivencias felices o difíciles, entre millones de afortunados.

Mañana cumplo años que contabilizo en 24.106 días de bendiciones y anécdotas, cuyo balance muestra un superávit, desde mi punto de vista y circunstancias.

Será por eso, que no existe hoy cabida para la negatividad, a la que a veces nos induce la realidad cotidiana y que nos produce una satisfacción -casi masoquista- transmitir al entorno.

Es septiembre y después de vivir 66 septiembres, les puedo asegurar que es un mes especial, diferente, cautivante, inolvidable.

Hoy quiero infundirles desde la experiencia -con todo cariño, respeto y humildad- la práctica de valores y sentimientos positivos.

Todos nacemos con algún talento, nadie es inútil en la vida, lo importante es mostrar actitud, sembrar y cosechar aptitudes, explotando las oportunidades que se presentan o generamos.

Se toman decisiones acertadas o equivocadas en el trayecto, pero en lo que menos debemos equivocarnos es en elegir a la mejor madre para los hijos.

El oficio o profesión que escogemos debemos desempeñarlo a plenitud, sin escatimar esfuerzo, capacidad, honestidad y ejemplo.

La vida es una sola y más allá de nuestras creencias, debemos hallar la felicidad cada día, en las situaciones simples o complejas.

La amistad es un sentimiento o camino de dos vías, donde es ideal la reciprocidad, que significa “igual para uno igual para otro”. También me siento beneficiado en este campo.

“La gratitud no solo es la más grande de las virtudes, sino la madre de todas ellas”, dijo Marco Tulio Cicerón.

Por eso, superando cualquier falta, no me canso de agradecer por mi familia y los amigos, que son parte intrínseca de la vida. Creo que no importando la condición social, política, económica, deportiva o religiosa, ninguna vida, no debe ni puede ser intrascendente.

MOISÉS REVOLLO

Periodista deportivo

[email protected]

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