Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Violencia política y los “nadies” en tiempos del MAS

Violencia política y los “nadies” en tiempos del MAS

Históricamente en Bolivia y los países del Sur, la violencia política tiene entre sus principales víctimas a personas de clases sociales pobres, los “nadies”. Las más graves violaciones a DDHH se verifican en masacres de pobres a manos de las fuerzas del orden, que además quedan en la impunidad. Ese es el patrón habitual de la violencia política y las violaciones a DDHH.

En Bolivia, el régimen del MAS ha construido la artificial imagen de que ese patrón de violaciones a DDHH ya no se daría bajo su gobierno. Y solo los supuestos “golpes” de la “derecha reaccionaria” habrían vuelto a traer la trágica historia de masacres, como en los luctuosos hechos de Sacaba y Senkata en 2019. Este sesgado relato está muy posicionado ante organismos internacionales de protección de DDHH, tanto que activaron mecanismos especiales para investigar estos hechos, pero no sucedió lo mismo con otros casos.

Esta narrativa es engañosa, pues la violencia política en tiempos del MAS sigue cobrándose víctimas mortales, y nuevamente son personas de los sectores populares, pero bajo otros patrones de perpetración y dinámicas más complejas. Hace unos días volvimos a lamentar la muerte de otras 6 personas: 4 jóvenes universitarias muertas en una estampida de estudiantes en la universidad de Potosí, tras la detonación intencionada de una granada de gas. Y otras 2 en Tinguipaya, en un enfrentamiento entre 2 bandos de indígenas, hasta donde se sabe, tras la intromisión de autoridades estatales y directivos del MAS.

Es decir, en estas nuevas víctimas cambian los perpetradores. Ya no son las Fuerzas Armadas ni la Policía, sino, en el primer caso, los oscuros operadores políticos del MAS que actúan al interior de las universidades públicas, bajo arraigadas dinámicas de clientelismo político y corrupción, para mantener el control del MAS sobre estas. En el segundo caso, es la violencia de pobres contra pobres, en un contexto de disputas internas dentro del MAS.

Parecería que, por no estar presentes en estos casos, las balas del Ejército ni de la Policía, los organismos internacionales de DDHH no dicen nada. ¿Habrá para estos “nadies”, muertos por la violencia política en tiempos del MAS, una comisión especial que investigue en profundidad la verdad de los hechos?

UN POCO DE SAL

MIGUEL ÁNGEL MIRANDA H.

Filósofo y teólogo laico 

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