El reciente anuncio de una indemnización pactada para las víctimas en los funestos (y aún no esclarecidos) acontecimientos de Senkata en noviembre pasado, evidencia un complejo panorama de los derechos humanos en Bolivia, en medio de una alta polarización entre la población.

Los hechos no esclarecidos y la disputa por la determinación de los responsables sin las conclusiones de investigaciones solventes, dejan ver que este pacto entre familiares de las víctimas y representantes del actual Gobierno, probablemente postergará o inviabilizará una investigación seria, favoreciendo la impunidad.

En la historia reciente de Bolivia, la lucha social por la defensa de los DDHH ha sido un patrimonio colectivo, dado su vínculo con el objetivo de recuperación de la democracia. 

Hoy, sin embargo, el campo de los DDHH se ha convertido en un campo de álgida disputa entre quienes se alinean aún al régimen del MAS y quienes lo cuestionan. Ello señala que la actual complejidad en las acciones por los DDHH proviene de las profundas contradicciones del régimen del MAS en sus 14 años.

El MAS abanderó en su discurso la protección de los derechos de sectores históricamente marginados. Pero, en los hechos mostró prácticas que implicaron graves violaciones a los DDHH e impunidad. Hasta agosto de 2019, la APDHB registró en los 14 años del MAS, 132 víctimas por muerte violenta en conflictos sociales, por intervención policial o por enfrentamientos entre grupos. El régimen de Evo se ensañó de manera particular contra sectores sociales y líderes populares que demandaron sus derechos sin someterse a las estructuras clientelares y prebendales que el régimen impuso. 

En octubre pasado, un informe de más de 50 organizaciones de la sociedad civil boliviana, presentado al 3er. Ciclo del Examen Periódico Universal de DDHH de Bolivia ante la Oficina de la ONU en Ginebra, dio cuenta de recurrentes y graves violaciones a DDHH. Para preservar nuestro patrimonio de lucha por los DDHH y la democracia, es urgente afianzar la recuperación de la memoria histórica sustentada en investigaciones rigurosas, imparciales y creíbles, tanto sobre los últimos acontecimientos que involucraron graves violaciones a los DDHH, como de la situación de los DDHH en los 14 años pasados.