Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 17:49

Post pandemia y planificación urbana

Post pandemia y planificación urbana

La actual crisis epidemiológica está generando un contexto pandémico que dejará una impronta peligrosa y, por tanto, una sociedad marcada por los efectos en la salud pública y por las consecuencias sociales, con una serie de aprensiones que demandarán en el mundo entero cambios fundamentales en la forma de pensar la ciudad, la manera de habitar el espacio urbano, y la interactuación en las relaciones humanas.

Esta situación determina la urgencia de establecer condiciones de planificación de las ciudades, que involucren un manejo reflexivo de la infraestructura urbana y el policentrismo, para un avance eficiente de las diversas actividades humanas en el territorio, como respuesta a una visión del desarrollo urbano.

En nuestras ciudades son varias las deficiencias que han salido a la luz a raíz de las medidas de rigidización del aislamiento social, que han desnudado la mala calidad de las edificaciones, la infraestructura urbana y la localización de los equipamientos de atención de diversos rubros, que obstaculizan el manejo confortable de los ciudadanos para satisfacer sus exigencias.

Lamentablemente muchas soluciones emergentes de políticas urbanas para la contención de las crisis ambientales, son homogéneas en territorios heterogéneos, situación que solo incrementa la desigualdad. Así, la propuesta de cuarentena y el consiguiente confinamiento social en diferencia de condiciones, resulta una teoría poco efectiva. Es distinto el aislamiento con piscina, aire acondicionado y abastecimiento en urbanizaciones privadas, frente a viviendas dispersas y marginales, de habitantes que viven de la informalidad, con precariedad infraestructural -agua, residuos sólidos-, hacinamiento, déficit habitacional, y con comercios alejados, evidenciando lo que siempre estuvo presente: grandes desigualdades sociales y ambientales y mayor propensión al contagio.

Luego de superar la pandemia y, por tanto, el aislamiento social y la reclusión domiciliaria, se debe considerar que el retorno a la “normalidad”, es decir la era post COVID-19, debe motivar a una gran reflexión, donde será necesario encarar las relaciones humanas desde la planificación de la vida urbana, comenzando por establecer un policentrismo que permita la ruptura de la ciudad monofuncional mediante la creación de la “ciudad de 15 minutos”, tiempo en el cual, los ciudadanos pueden satisfacer sus necesidades laborales, de salud, abastecimiento, y recreación; y resignificar las relaciones humanas, el espacio público, el enfoque de cohesión comunitaria, las necesidades comunes y colectivas, estableciendo transformaciones sistémicas y estructurales.