Pensando la ciudad pospandemia (I)
La llegada de la COVID-19 coincidió con un período de optimismo significativo, donde las economías creativas y el urbanismo inteligente permitían la reocupación del centro urbano para realizar actividades.
La pandemia cambió la manera de concebir y actuar, y similar a una emergencia climática, reveló un futuro urbano diferente; pensar la ciudad como un escenario habitual y el urbanismo como proyecto colectivo de configuración de ciudad y urbanización. Como diría Goh (2021), así como el cambio climático ha inducido a una nueva forma de vivir la ciudad, la pandemia ha sido a la vez un desastre y una oportunidad para la vida urbana, donde sus efectos demandan voluntad política y ciudadana como medios para reajustar los instrumentos de planificación.
La COVID-19 representó solo uno de los varios desordenes sistémicos, que como producto de la globalización ha generado grandes amenazas y riesgos revelando vulnerabilidad de sociedades ya poco atendidas, y que les tocó enfrentar una sindemia o una convergencia múltiple de emergencias. Producto del crecimiento poblacional y asentamiento en sectores marginales e informales, parte de estas emergencias son: el cambio climático, la transformación del suelo, la invasión y consecuente desaparición de espacios productivos, la alteración del hábitat ecológico, por citar algunos.
Lo que permite especular que luego de esta, otras crisis socioambientales podrán estar presentes en el entorno territorial (urbano y rural), incluso con consecuencias peores, si la actual no deja algunas enseñanzas que permitan mejorar la funcionalidad y la convivencia ciudadana.
El desarrollo urbano consiste en recuperar los principios de habitabilidad comunitaria, consumo racional de recursos y generación eficiente de residuos, la recuperación de relaciones ciudadanas y la regeneración física innovativa de las ciudades, mejorando la participación y el rol de sus actores sociales. Es importante repensar el concepto de ciudad para los ciudadanos, partiendo del concepto enunciado por Alicia Ziccardi (2020), que para salir de esta crisis se requiere de la “construcción colectiva de un nuevo pacto social y un patrón de gobernanza colaborativo y democrático que reivindique el derecho a la ciudad”.
CULTURA, ZOOCIUDAD Y TERRITORIO
MARKO QUIROGA BERAZAÍN
Investigador CEPLAG – UMSS