Medición del comportamiento ambiental
Uno de los principales problemas que aquejan la sustentabilidad urbana en Cochabamba está referido a la contaminación del aire. Su vínculo con la expansión del territorio, el crecimiento poblacional y sus desplazamientos, el incremento del parque automotor y las fuentes móviles, producen alta concentración de contaminantes criterio (CO2, SO2, NO2, O3, PM10 y PM 2.5), que superan la capacidad de carga del ecosistema.
Para combatir los contaminantes criterio es necesario establecer guías y normas. Las guías se traducen en recomendaciones que determinan los niveles de exposición a contaminantes atmosféricos, para reducir los riesgos y efectos nocivos. Mientras que las normas determinan las concentraciones máximas de los contaminantes atmosféricos permitidas durante un período definido. Estos valores límite son diseñados con un margen de protección ante riesgos con el objetivo de proteger la salud humana y el medioambiente.
Para esto es preciso establecer una red de monitoreo atmosférico que cuente con estaciones dispuestas estratégicamente en el municipio para la medición de concentraciones ambientales de los contaminantes. Esta medición, efectuada cada minuto de las 24 horas durante todo el año, procesa información promedio por hora, que se difunde a través de un índice de la calidad del aire, con el objetivo de detectar elevaciones en los niveles y poder instrumentar un programa de contingencias ambientales atmosféricas.
Es apremiante la aspiración por generar una comunidad ambientalmente sustentable, que permita garantizar la convivencia armónica entre hábitat y las actividades económicas y sociales de la población. Esta situación implica avanzar en el trabajo de sensibilización y capacitación con las ciudadanía y autoridades de manera de introducir en sus acciones cotidianas y políticas el valor de la sustentabilidad. Por tanto, resulta imperativo desarrollar estrategias que permitan el mejoramiento de los sistemas de medición, tanto de las interfaces y los procesos ecológicos, como también de la interacción sociales y de cooperación para el ordenamiento, la conservación, el uso y la restauración sustentable de los ecosistemas que son indispensables para el desarrollo humano.
CULTURA, ZOOCIUDAD Y TERRITORIO
MARKO QUIROGA BERAZAÍN, Ph.D.
Investigador CEPLAG - UMSS