Entre las medidas simples para disminuir los índices de delincuencia y mejorar la seguridad ciudadana en Cochabamba destaca el mejoramiento del espacio público mediante intervenciones funcionales y de confort urbano.

Entornos seguros y amigables alientan la coexistencia, desplazando la mala acción hacia otros sectores, y gradualmente -trabajando la medida como política pública urbana-, ayudan a reducir considerablemente la incidencia delictiva en toda la ciudad.

La ausencia de indicadores de medición precisos en nuestro medio, que “tolera” que la violencia crezca a veces con fatídicas consecuencias, debe obligar a la administración local a una planificación con enfoque de seguridad integral como respuesta al problema. La teoría de las ventanas rotas (Wilson y Kelling, Nueva York, 1982) destaca que el delito sobreviene en lugares donde el descuido, la suciedad y el desorden están presentes, habitualmente en lugares degradados y abandonados que permiten las transgresiones, la ebriedad, y el atropello.

Dado que los aspectos sociales y económicos son variables que ejercen influencia en el índice del delito, y en la ocupación progresiva de sitios deteriorados, la política pública debe ser aplicada en su integridad, creando comunidades limpias y ordenadas, con presencia permanente del vigilante implícito, transitando y ocupando espacios públicos iluminados y con adecuado mobiliario urbano, como medios para reducir la conducta punible y recuperar la confianza.

La atención preventiva que sustituya el uso de la fuerza policial por el manejo eficiente de tecnología fidelizaría zonas de convivencia, con escenarios atractivos que garanticen amplia concurrencia y frecuencia permanente ciudadana estimulando la apropiación y el empoderamiento colectivo, estableciendo una estrategia de mejora social. 

Como parte del desarrollo humano, la democracia urbana y la equidad del territorio es necesario remozar espacios públicos de avenencia ciudadana y familiar, que prevean no solo la seguridad del espacio intervenido, sino del entorno inmediato, relegando cada vez más la inestabilidad y otorgando beneficios de atención y bienestar a sectores periféricos y marginales. La inversión pública en el tratamiento de estos espacios, destaca más que la inversión convencional de seguridad en la ciudad.  

CIUDAD SUSTENTABLE

MARKO QUIROGA B., Ph.D.

Investigador CEPLAG – UMSS

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