Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 17:04

La ciudad, principal espacio público

La ciudad, principal espacio público

En Cochabamba, el deficitario manejo del espacio público refleja la desatención a la planificación de la ciudad, y como parte de ella se observan solo entornos funcionales que rodean la formación de espacios vacíos.

Los espacios vacíos en concepto de Marc Augé, generan un no lugar, que, al perder su función, esencia y pensamiento, se constituyen solo en elementos de transición de una actividad a otra, y de un punto a otro. Entre estos espacios destaca en Cochabamba la antigua plaza de armas, hoy la plaza principal, nodo urbano, que subsiste luego de emplazar administración, comercio y vivienda. La plaza, otrora fundamental espacio que distinguía actividades políticas, religiosas, sociales y económicas, hoy es un producto para la regeneración dentro del urbanismo moderno.

Producir ciudad significa promover espacio público. La ausencia de espacio público genera agorafobia, y, al contrario, su presencia constituye integración. El espacio público como factor de centralidad define el uso social colectivo, accesible y multifuncional, productor de puntos de encuentro y sistema de lugares significativos donde la sociedad puede representarse y visibilizarse. Así es posible construir más ciudad para más ciudadanos y concentrar más ciudadanos para generar más ciudad (Carrión, 2017). En Cochabamba, no devolverle el espacio público a la ciudad como un lugar de todos y para todos, le resta su rol de elemento estructurador y organizador, de constructor de ciudadanía y de contenedor de ideología y reflexión coherente en sus relaciones; así, la ciudad solo rodea un hueco vacío.

La continuidad de plazas, calles, terrenos, centralidades, centros comerciales y trama urbana, entre otras, deben constituir un sistema de espacios simbólicos que le otorguen orden a la ciudad y permitan la concentración objetiva de la población. El espacio público no es autónomo de la sociedad constructora de la ciudad, su resultado depende de la acción comunal de los sujetos sociales urbanos, la organización de la población en ciudadanía y, por tanto, de la ciudad en comunidad política.

La ciudad no debe entenderse ni como espacio doméstico ni como espacio privado, sino como espacio público, donde las viviendas -como parte de él- conforman la ciudad y establecen un pensamiento cívico. Los ciudadanos demandamos rescatar la ciudad y los espacios públicos para la cohesión y la integración. Es parte de la gestión urbana.

MARKO QUIROGA B., Ph.D.

Investigador CEPLAG - UMSS

[email protected]