Bolivia y sus ciudades intermedias
El actual fenómeno urbano toma en consideración a las ciudades intermedias, definiendo este concepto de manera institucional como aquellas configuraciones urbanas con menos de 1 millón de habitantes y que contienen local y regionalmente a más del 50% de la población urbana. Desempeñan un rol importante en la dinámica socioeconómica y funcional, y crean relaciones significativas entre zonas rurales y urbanas, además de constituir y un elemento de transición para salir de la pobreza rural. Finalmente, las relaciones que mantienen con las grandes ciudades les permiten ejercitar un complemento para el funcionamiento de un sistema de ciudades.
Bolivia tiene connotaciones sui géneris en términos de concentración de su población urbana. De la población total de 10.059.856 habitantes (INE, 2012) (con un porcentaje de crecimiento del 21.5% respecto al Censo anterior 2001, y una proyección al presente año que alcanza a 11.633.371 de residentes), el 72% se asientan en los tres departamentos del eje principal, Santa Cruz, La Paz y Cochabamba. El 28% restante se distribuye en los otros 6 departamentos.
En el ámbito urbano, sus ciudades principales se encuentran dentro del concepto de ciudades intermedias, salvo Santa Cruz de la Sierra donde la población al 2020 alcanza a 1.722.480 habitantes, concentrando el 51.1% de la población departamental. Por su parte, El Alto con 943.558 habitantes, La Paz 816.044, (que entre ambos conforman el 60.12% de la población departamental) y Cochabamba con 724.126, el 35.70% del departamento, pertenecen a esta consideración. En estas ciudades la planificación urbana como instrumento de ordenamiento regulador es indispensable como mecanismo para lograr la sustentabilidad desde las diversas dinámicas, social, económica, ambiental, atributo que será imperativo trabajar permanentemente para satisfacer el objetivo. Es preciso contar con instrumentos que trabajen la complejidad del territorio, desde una perspectiva de planificación urbana sustentable, para la creación de una política nacional de desarrollo urbano de donde se desprenda una futura política nacional de ordenamiento territorial de manera de pensar el territorio desde una perspectiva integral. Las actuales condiciones de crecimiento de las ciudades principales del eje, patentizan un modelo de crecimiento con grandes complejidades y disfuncionalidad, dentro de un modelo de insustentabilidad.
CULTURA, ZOOCIUDAD Y TERRITORIO
MARKO QUIROGA B. Ph.D.
Investigador CEPLAG – UMSS