La actualidad en términos de desarrollo
La expansión urbana es característica en la conformación de metrópolis. La espiral del crecimiento urbano de los últimos 25 años en Bolivia establece, por una parte, asentamientos residenciales (en áreas urbanas reguladas más que planificadas) para clases socioeconómicas acomodadas, que acceden por la vía del mercado inmobiliario, y por otra, ocupaciones de carácter informal de asentamientos humanos, en las áreas periféricas de sectores de bajos ingresos.
En términos de reflexión internacional sobre sustentabilidad, Bolivia queda muy mal situada porque empezó muy tarde a controlar su crecimiento, e incluso en la actualidad su intervención es precaria y deficiente, con pocos recursos, dejando librado al juego de los actores más poderosos, especulación inmobiliaria, gobiernos débiles, desconexión entre gobierno municipal y nacional, y otros problemas visibles poco probables de revertir.
Este fenómeno evidencia que las ciudades en proceso de metropolización en Bolivia, aumentaron considerablemente su población y superficie de ocupación del suelo, especialmente en los municipios conurbanos. Para el caso de la Región Metropolitana Kanata de Cochabamba, es posible observar el crecimiento del área urbana de 24.81 km2 en 1962 a 157.23 km2 en 2012, ampliando la mancha urbana 634% en 50 años, sin ninguna planificación, originando un fuerte proceso de transformación del uso del suelo (INE, 2012). El último periodo, un poco mayor a 10 años (de 2000 a 2012), el crecimiento fue de 7.14% equivalente a 11.22 km2.
La transformación territorial genera un nuevo modelo de desarrollo que viene acompañado por un desequilibrio de los procesos urbanos, económicos, políticos y sociales. Se evidencia una gran desigualdad en los procesos de adaptación urbana y una inasistencia a las grandes y cada vez más recurrentes demandas sociales. Los gobiernos locales con poca aspiración de integración a las tendencias globalizadoras son rebasados por el dinamismo de este fenómeno, dejando la solución en manos del mercado inmobiliario, que privilegia a los grupos económicamente más aventajados, dejando vacíos importantes en la oferta para los grupos en situación de pobreza, que resuelven sus problemas de habitación de modo irregular.
CIUDAD SUSTENTABLE
MARKO QUIROGA B. Ph.D.
Investigador CEPLAG – UMSS