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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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Urea y tren metropolitano

Urea y tren metropolitano

Hace unos días se ha posesionado un nuevo Comité Cívico en Cochabamba y, al igual que para los anteriores, ya han surgido voces discordantes cuestionando su legitimidad, pues —en muchos casos— las acciones de esta institución no siempre responden a los verdaderos intereses de Cochabamba.

Más allá de ello, y tomando en cuenta que su Presidente hizo declaraciones a la prensa indicando que trabajara por el Desarrollo de Cochabamba, y que invita a todos los sectores de la población a sumarse a este objetivo, los y las ciudadanas de este terruño tenemos que exigir que esas declaraciones se hagan realidad y por ello, este momento, debemos defender dos proyectos estratégicos para asegurar  que sean parte del mentado Desarrollo de Cochabamba. Nos referimos al Proyecto de la planta de Urea y Amoniaco en el Chapare y al tren metropolitano en la región.

En los últimos tiempos, personeros del Ministerio de Hidrocarburos han expresado la intención de llevar la Planta de Urea y Amoniaco a Santa Cruz, lo que parece una acción de lo más aberrante en razón de que ese departamento ha recibido apoyos financieros de todos los gobiernos de turno, empezando por el gobierno del MNR. 

Lo que no sucedió para Cochabamba, donde ya se han desgajado muchas empresas y fábricas que, a la larga, han generado un estancamiento económico de nuestra región. No obstante que, el desarrollo en Santa Cruz no siempre respeta el medio ambiente con la ampliación exagerada de la frontera agrícola, la deforestación y el uso de agroquímicos dañinos para la salud. Elementos a favor para la construcción de la Planta de Urea y Amoniaco es que se consideraron varios aspectos como la proximidad a la materia prima, a los recursos hídricos, disponibilidad de una superficie de 400 hectáreas y acceso a las vías de comunicación, lo que no se garantiza en otro lugar. 

Otro proyecto de vital importancia para Cochabamba es la construcción del tren metropolitano, que no solo responde a una necesidad de vinculación de la región facilitando un transporte rápido y seguro, sino también garantiza la mejora del medio ambiente tan contaminado en nuestra urbe. Este proyecto ha considerado tres líneas: la verde, la roja y la amarilla, hay un avance del 63% en la ejecución física de la línea verde y 92% en la roja; pero, hay un rechazo por parte de los vecinos al diseño de la ruta de la línea amarilla, lo que puede significar la paralización de la construcción del tren metropolitano.

Indudablemente, hay intereses políticos ocultos para evitar la construcción de este tren, se lo ha descalificado desde el principio, ahora el ministro de Obras Públicas, muy cómodamente dio 15 días de plazo para que vecinos y organizaciones sociales de Cochabamba decidan el futuro de la línea amarilla. Expertos en el tema indican que no hay alternativas perfectas, pero se puede contar con un acuerdo equilibrado para que se continúe con el proyecto.

El nuevo Comité Cívico no se ha pronunciado sobre estos dos proyectos, no ha expresado que defenderá el proyecto estratégico de Urea y Amoniaco, ni la defensa de la continuidad de la construcción del tren metropolitano, aspiraciones que son urgentes para Cochabamba. Si toma cartas en estos temas, demostrará su compromiso patriótico con nuestro departamento, caso contrario perderá la confianza de la población.