Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 10:28

De regreso a la Llajta

De regreso a la Llajta

Después de casi tres meses vuelvo a Cochabamba y deseo compartir mis impresiones y sensaciones sobre mi viaje a Estambul. Pero, antes, debo contarles que al llegar al aeropuerto de Cochabamba, el primer saludo es un olor nauseabundo. Es necesario que el GAMC resuelva este problema de manera urgente.  

Estambul, según datos del 2021, tiene 15 millones 462.454 habitantes, en una superficie de 5.343 Km cuadrados. Está dividida por el Bósforo en una parte asiática y otra que corresponde al continente europeo. La zona turística en el lado europeo es visitada por millones de personas; los principales atractivos son la iglesia de Santa Sophia, la Mezquita Azul, la Cisterna Basílica, el Palacio Topkapi, y en otras zonas están el Palacio de Dolmabache, la Torre de Gálata, la Torre de la Niña, el paseo por el Bósforo, Parque Temático Vialand, y muchas mezquitas en los diferentes barrios. El patrimonio es muy valorado y permanentemente restaurado.

Existe variedad de temas en la hermosa ciudad de Estambul, sin embargo, es indudable que no se puede abarcar todo en un artículo, por ello, en otros se expondrán otros temas. Impresiona que las soluciones urbanas se orienten a hacer un poco más humana esta enorme ciudad.

La ciudad de Estambul tiene calles zigzagueantes o serpenteadas, pues no tiene el diseño del damero como es en nuestra ciudad, por lo tanto, es muy difícil la orientación.  En esta oportunidad, me interesa exponer impresiones sobre el tema de la ciudad y la movilidad urbana y la forma cómo se ha enfrentado este problema, pues algunos ejemplos nos pueden servir. 

Entrando ya en tema, puedo contar que para cruzar el Bósforo de la zona asiática hacia la europea o viceversa se tienen tres puentes enormes de más de mil metros lineales cada uno, los cuales permanentemente están colmados de movilidades. Se puede cruzar también en barco (ferry) tardando unos 20 minutos.  De la misma forma se han construido túneles debajo del mar,  uno para el metro que tarda escasos tres minutos y otro para movilidades, pero para cruzarlo se tiene que pagar un costo elevado.  

El sistema de transporte está muy bien planificado, cuenta con buses masivos (autobuses) que solo paran cada seis cuadras para recoger pasajeros; su llegada a cada parada está bien cronometrada, de tal modo que las personas pueden calcular cuándo salir de su casa e ir caminando hasta la parada más cercana a la hora definida, cuya información se encuentra en una aplicación en los celulares. Por otro lado, existe el tren y el metro, que tienen rutas definidas y también cronometradas, las paradas son a mayor distancia y son muy veloces. Otro medio de transporte de rutas cortas son los tranvías, uno de ellos  del lado europeo es el segundo más antiguo del mundo y tiene un carácter turístico, lo mismo el del lado asiático.  

Asimismo, es muy masivo el uso de la bicicleta y el monopatín, con algunas vías diseñadas para ellos.

Todos estos medios son públicos y se paga solo a través de una tarjeta que se llama Estambul card, no se recibe dinero en efectivo. El sistema es muy eficiente, lo que significa que la mayoría de la gente lo use, pues ha sacado de circulación en gran parte al auto privado. 

De manera privada, también existen buses más pequeños, un poco más caros, y se puede pagar directamente con dinero o tarjeta de crédito, y los taxis que están muy ocupados. Qué importante sería que en la ciudad de Cochabamba se resuelva el problema del transporte de forma masiva y de forma pública y no privada.

SENTIDO COMÚN

MARÍA ISABEL CAERO

Arquitecta

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