¿Es posible que las mujeres puedan contar con presupuestos para las políticas de ellas y puedan participar en la definición y elaboración de los presupuestos municipales? Las mujeres son parte del sistema patriarcal, donde los hombres tienen la decisión sobre la vida de la familia, así como sobre las diferentes acciones en la ciudad, como son las relacionadas con políticas, planes y proyectos.

En este sentido, la implementación de presupuestos específicos para las políticas desde la visión de las mujeres significará también la inclusión del 51 % de la población  municipal.

La perspectiva de la economía tradicional para desarrollar presupuestos en los municipios, tiene un enfoque androcéntrico, pues no toma en cuenta las necesidades y propuestas de las mujeres que exigen una categoría de análisis especial que demuestre el carácter patriarcal de la economía dominante. De esta forma se mantiene la jerarquía masculina frente a las mujeres y, por ello, se tiene que hacer un esfuerzo para demostrar las desigualdades e identificar y utilizar herramientas para superar esas desigualdades entre mujeres y hombres, tomando además el análisis de la interseccionalidad de las mujeres con las categorías de clase y etnia.

Los presupuestos municipales para los planes de la ciudad han sido definidos y  elaborados  a partir de la perspectiva masculina y poniendo en el foco al ser humano varón, occidental, blanco y heterosexual. Sustituir estas interpretaciones, a partir de la mirada de las mujeres a la ciudad, permite detectar sus problemas y ampliar el enfoque de forma más integral y equilibrada, en contraste y de manera relacional con la situación masculina. 

En este contexto, las mujeres tienen demandas y necesidades para hacer de las ciudades más justas e inclusivas, es de interés avanzar para que puedan tener presupuestos necesarios y suficientes en los municipios. En los últimos tiempos han surgido muchas demandas de las mujeres para los municipios, tales como la lucha contra la violencia en la calle y en la casa, o la necesidad de implementar servicios de cuidados o planes y proyectos para mejorar la situación económica productiva de las mujeres, lo que significa mejorar sus condiciones de vida y  superar las enormes brechas que existen entre hombres y mujeres y de esta manera poder acceder a todos los beneficios de las ciudades. Al momento de aplicar las políticas, planes y proyectos, el mayor problema es la falta de presupuestos.

Por todo ello, es necesario incluir presupuestos visibles para mujeres, para lograr que su aplicación sea alcanzada en un entorno de reconocimiento de la complejidad de los problemas de la ciudad, derivados de las necesidades de una ciudadanía diversa de mujeres diversas, que precisan de un planteamiento integral e interdisciplinar de dotación.

Trabajar con presupuestos para mujeres significa tener acciones afirmativas para superar la situación de desigualdad  y superar las brechas entre mujeres y hombres.

Entonces, los presupuestos específicos para proyectos de mujeres significan una  distribución equitativa y justa de los recursos económicos y  el reconocimiento y plena vigencia de los derechos de las mujeres, tomando en cuenta las diferencias que existen entre mujeres y hombres y entre mujeres de diferentes clases sociales, culturas, edades y opciones sexuales.

Así, la existencia de presupuestos para mujeres garantizará la reproducción de la vida y la satisfacción de las necesidades más urgentes de ellas y las de su familia.

SENTIDO COMÚN 

MARÍA ISABEL CAERO

Arquitecta

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