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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Planificación urbana y mujeres

Planificación urbana y mujeres

La planificación es el medio para que la institución municipal pueda llevar adelante procesos de resolución de problemas que tiene la gente en la ciudad.

Entonces, como punto de partida es necesario considerar que las personas que viven en las ciudades son diferentes y con variados problemas y necesidades en relación a su ciudad, por ello la planeación urbana tiene que incluir en mayor medida esa diferencia y esa variedad. Para tener ciudades inclusivas y justas, debemos, en primer lugar, tomar en cuenta la primera y gran diferencia que se da entre mujeres y hombres, pues las mujeres constituyen más del 50% de los y las que habitan la urbe. Asimismo, por los roles diferentes que cumplen tanto los hombres como las mujeres en la ciudad, tienen de la misma forma una vida diferente y una visión orientada hacia otros objetivos y respuestas. Se dice que ellas orientan más sus ofertas hacia el cuidado y reproducción de la vida, lo que en la mayoría de los casos no son prioridad para los gobiernos municipales. Además, no se debe olvidar que muchas mujeres cumplen una doble o triple jornada, tanto en su trabajo de generación de ingresos, en su trabajo reproductivo (doméstico y de cuidados) y muchas cumplen tareas en gestión sindical, política o social.  

Por esta razón, y para conseguir propuestas más justas y equilibradas, se debe empezar por considerar estos asuntos para posteriormente incluir las otras diferencias e interseccionalidades, tales  como las  diferencias étnicas de estrato socioeconómico o de generación.

Hay algunos requisitos para conseguir mayor inclusión de las mujeres en la planificación. Primero, debe haber una apertura y un compromiso de la MAE con la equidad de género. Es necesario que los municipios cuenten con información y datos estadísticos de la situación de las mujeres, pues una información neutra impide ver la realidad en su real magnitud. Luego, los técnicos y técnicas municipales deben estar comprometidos también por conseguir mayor justicia urbana para las mujeres y dotarse de metodologías que permitan la inclusión y la identificación de las necesidades diferentes y propuestas desde las mujeres, solo basta no obviarlas. Luego, se debe lograr una participación paritaria en todos los procesos de planificación municipal, empezando por la elaboración de los  PTDI, y los diferentes ejes estratégicos, así como en la priorización de proyectos para los POA y principalmente para consolidar presupuestos sensibles al género, vale decir, que los planes, programas y proyectos seleccionados por las mujeres cuenten con presupuestos suficientes para su ejecución. Este es un paso clave para garantizar proyectos realizables que solucionen los problemas de género.

Por otro lado, en la línea de garantizar presencia de mujeres, equidad e igualdad de género, es necesario que las organizaciones sociales tanto territoriales como funcionales, garanticen una participación paritaria en todos los espacios de relacionamiento con el GAMC, vale decir, en las juntas vecinales, en las OTB del área rural y principalmente en el espacio de control social, donde las mujeres brillan por su ausencia.

De esta forma se avanzará en la despatriarcalización de las políticas y planes municipales, ese es el desafío para la institución municipal y para lograr el derecho a la ciudad y ciudadanía de mujeres que habitan un territorio municipal.

Así, mejorando y profundizando esta propuesta metodológica, no se dejará atrás  a más de la mitad de la población  y se lograrán ciudades más inclusivas y justas para todas y todos.

SENTIDO COMÚN

MARÍA ISABEL CAERO

Arquitecta

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