Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 16:35

Paridad para cuidado de la vida

Paridad para cuidado de la vida

Hace unas noches soñé que en nuestro país se realizaban unas elecciones muy especiales, en razón de que los candidatos para la presidencia del Estado Plurinacional, como para las gobernaciones y los gobiernos municipales tenía como base la paridad real, pues todas las organizaciones políticas se esmeraron en presentar a una mujer y a un hombre para ocupar esos cargos y  gobernar en los distintos niveles de la estructura de poder del país. Era claro que no se basaban en relaciones de pareja, sino más bien eran candidaturas independientes para evitar sometimientos y valoraciones negativas.

No es algo imposible, puesto que ya se hizo realidad la paridad y alternancia en las instancias legislativas de la Asamblea Plurinacional, Departamental y Municipal, logro que fue valorado a nivel mundial puesto que Bolivia ocupa el tercer lugar en cuanto a mayor porcentaje de mujeres que ocupan curules en esos niveles.

En la realidad vemos una lucha encarnizada de los hombres por acceder a los niveles de poder de nuestro país y desvalorizan a las mujeres y las discriminan, porque consideran que son una competencia desleal y así dicen que las mujeres no están capacitadas y su rol debe ser en el hogar, ya que Dios las hizo para eso, para que sacrificadas soporten sus cruces. Pero luego, cuando finalmente esas valientes llegaron a los niveles legislativos, surgió una competencia desleal y agresiva, la violencia política que se ensañó contra ellas aún teniendo la Ley 243 Contra el Acoso y la Violencia Política propuesta por la Asociación de Concejalas de Bolivia (Acobol), porque ellas son las que más sufren este problema. 

Después instalan otros pretextos; hay mujeres que actualmente han demostrado su capacidad para poder dirigir el país, las gobernaciones y los municipios y también han demostrado su compromiso, su honestidad  y  lealtad con la organización política a la que pertenecen, entonces dicen que no tienen apoyo, o que no vienen de las bases o que es muy autónoma y de esta forma hagan lo que hagan las mujeres siempre las harán a un lado, porque están más presentes que nunca las concepciones patriarcales. 

Entonces, ¿por qué tenemos esa terquedad de insistir en la presencia de mujeres en los máximos niveles del Estado?, porque diariamente comprobamos que la mirada masculina tiene prioridades diferentes a la reproducción y al mantenimiento de la vida, porque es más importante la acumulación del capital y no el cuidado de la vida, porque para ellos está primero el cemento frente al cuidado de la madre tierra, porque para ellos es más importante la ganancia aunque sea ilegal, antes que dar importancia a la creación de  centros de cuidado infantil, de cuidado de abuelas, de personas con discapacidad  o  atender a las personas que viven en la calle.

Nuestra exigencia se basa en que los hombres y las mujeres cumplen roles diferentes en la sociedad, tienen necesidades diferentes, tienen propuestas diferentes, por ello, cuando solo se tiene a hombres en esos niveles, las políticas son sesgadas y se aplican fuera de la concepción y visión de las mujeres, que son el 51% de la población. De esa forma, podemos afirmar que no hay equidad ni una mirada al cuidado de la vida. Solo nos queda seguir insistiendo y que la paridad entre hombres y mujeres llegue a todos los niveles de nuestro Estado Plurinacional, porque “Pluri” significa la inclusión de la diversidad, en este caso la de género, que en justicia nos merecemos.

SENTIDO COMÚN 

MARÍA ISABEL CAERO

Arquitecta

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