Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 17:55

No más discriminación ni violencia contra las mujeres

No más discriminación ni violencia contra las mujeres

Es indudable que nuestro país está pasando por una crisis sin precedentes que causa incertidumbre e inestabilidad. La toma del poder de forma inesperada, el resurgimiento de expresiones y acciones racistas y discriminatorios que considerábamos ya superados, con la aprobación de la Nueva Constitución y el Estado Plurinacional, en una sociedad plural como la nuestra con pueblos y diversidades, diferentes, causa una sorpresa grande por intentar volver al pasado colonial y desigual.  

Es muy claro que la Policía y el Ejército fueron los elementos claves para la toma del poder en noviembre pasado, por una casta que no respeta la convivencia pacífica y la diversidad, y peor aún se han visibilizado nuevamente los grupos de paramilitares que amedrentan a la gente, y que realizaron actividades muy racistas. Por ejemplo, aquí en Cochabamba y copiando a la Unión Juvenil Cruceñista, se activó un grupo de jóvenes con el nombre de Resistencia Juvenil Cochala, cuyo principal logro conocido fue el haber golpeado a mujeres de pollera en la calle 25 de Mayo de nuestra ciudad y la violenta expulsión de mujeres también de pollera de la Plaza de Cala Cala.

Hoy, en esta etapa de tensión y de bronca por los incumplimientos, mentiras y acciones de beneficio propio de ese gobierno y especialmente por las constantes postergaciones de la fecha de elecciones, los movimientos sociales han salido a bloquear las carreteras para que de una vez se defina con las garantías del caso, la nueva fecha de elecciones y otras reivindicaciones legítimas. Por ello, la Resistencia Juvenil Cochala nuevamente entra en escenario atacando a los bloqueos munidos de armas, con chalecos antibalas y equipos especializados y primordialmente bien resguardados por la Policía. 

Hemos visto en las redes sociales que en Colcapirhua, este grupo aparte de romper el bloqueo, tres de sus allegados atacaron a una mujer en el suelo, tal como se ve en el video difundido por el periodista Jhon Arandía, quien además aseguró que estos tres sujetos llevaban poleras de la RJC; lo que sin duda es un gesto grotesco y abusivo no solo para muchos ciudadanos y también para varios grupos de mujeres que se organizaron bajo el nombre de “Autoconvocadas” para salir a expresar su indignación. 

La manifestación fue muy especial, salieron con flores, con pancartas, con tambores, mujeres de mil colores y varias edades; ocuparon la Plaza 14 de Septiembre, para luego dirigirse a la sede de la UTOP en la avenida Heroínas, donde pegaron carteles y dieron un discurso reivindicativo. En su discurso, se solicitaba la anulación del grupo ilegal y la sanción correspondiente por la discriminación, el machismo y la violencia. En voz alta pidieron a la Policía que no sea cómplice de los atropellos y salvaguarde y respete los Derechos Humanos de las mujeres de pollera y de todas las mujeres como es su obligación constitucional. 

En ese andar de su camino, llegaron a la Plaza de Cala Cala como una forma simbólica de decir la Plaza y el espacio público es nuestro y se respeta. Allí como era de esperar aparecieron los hombres de la RJC que insultaron y rompieron las pancartas e incluso intentaron atropellarlas; las mujeres valientes no se amilanaron, con dignidad mantuvieron firme la mirada pese a los insultos.

Surgieron otras movilizaciones de mujeres en Montero y en el valle, lo que significa el compromiso de las mujeres con los movimientos del pueblo.

A estos agresores de la RJC, solo les ha bastado nacer hombres.


MARÍA ISABEL CAERO

Arquitecta

[email protected]