En el anterior artículo conté  la experiencia en Estambul en torno al tema de movilidad urbana en una ciudad más grande que la nuestra. En esta oportunidad me interesa hablar del tema del arbolado urbano y de las mascotas, en la zona asiática de Estambul.

En lo referente a los árboles, decimos que  a pesar de que Estambul es una ciudad grande con miles de automóviles y muchos edificios, la contaminación es mucho menor que en nuestra ciudad; se debe a que cuenta con transporte masivo muy eficiente, y también debido a que las zonas residenciales tienen mucho espacio para áreas verdes y árboles, pero además alrededor de las zonas pobladas existen bosques urbanos cuidados que no pueden cambiar el uso del suelo.

Las viviendas tienen en sus jardines árboles frutales y las calles también. Es un gusto caminar por ellas y ver árboles frutales que dan sombra. Frutos tales como moras, ciruelos, damascos, peras, manzanas e higos, que mucha gente los cosecha para saborearlos. No vi en ningún momento que se talen los árboles o se dañen, hay un cuidado especial, tanto de las y los ciudadanos como de la Alcaldía. Es verdad  que muchos frutos se caen de maduros y ensucian las aceras, pero son limpiadas por personal municipal y en muchos casos por los propios vecinos. No pude dejar de comparar con lo que ocurre en nuestra ciudad, donde la deforestación es alarmante, en base a muchos pretextos, la construcción de nuevos edificios o porque ensucian mucho o porque perjudican a los cables de energía eléctrica y de telefonía. Pero lo más preocupante es que los propios técnicos de Emavra, que es la instancia municipal de cuidados de la vegetación urbana, se encarga de destruirlos  con la evasiva de la poda.

Algo muy interesante es la existencia de diferentes espacios en la ciudad para la agricultura urbana. Son espacios que pueden ser utilizados por vecinas y vecinos para producir alimentos, tales como lechugas, espinacas, berenjenas, pepino, pimentones y otros productos, que se combinan con árboles frutales alrededor. La Alcaldía establece sistemas de riego y los vecinos producen alimentos. De esta manera se tienen alimentos sanos y además se cuida la biodiversidad, por estas razones la agricultura urbana puede ser desarrollada en nuestra ciudad.

En relación a las mascotas, como todo el mundo sabe, Estambul es la ciudad de los gatos. Los turcos y turcas especialmente aman a los gatos y se los considera miembros cariñosos de las familias. Es verdad que hay muchos gatos en las plazuelas y en las calles, animales que son cuidados por las vecinas y vecinos. La Alcaldía periódicamente realiza campañas de vacunación, desparasitación y castración cuando corresponde

No hay perros callejeros, sus dueños los sacan a pasear a los parques y garantizan que no ensucien los pastos. También hay áreas cercadas para las mascotas con juegos especiales y fuentes para calmar la sed y para sus alimentos.

Aquí, hay muchos perros callejeros que son maltratados por la gente. La instancia municipal Zoonosis no tiene un plan de atención a las mascotas y en muchos casos  cuando no son adoptados las eliminan. Es común ver en las calles a perros y gatos atropellados, a veces muertos y a veces muy dañados, y son pocos los conductores que los asisten.

Desde las asociaciones de cuidadores de mascotas en nuestra ciudad existe la recomendación para que desde el transporte en general y del tren en particular se tenga mucho cuidado para no dañar a los animalitos.

SENTIDO COMÚN

MARÍA ISABEL CAERO

Arquitecta

[email protected]