La Ley 482 de Gobiernos Autónomos Municipales plantea que su principal responsabilidad es elaborar y ejecutar planes de desarrollo municipal que ahora se llaman Planes Territoriales de Desarrollo Integral (PTDI), que toma en cuenta la participación efectiva de  los y las habitantes de su jurisdicción y  que permita rescatar de forma contundente sus verdaderas necesidades y demandas. La pregunta es ¿cuántas vecinas y vecinos están participando en la elaboración actual del PTDI y cuántos y cuántas mujeres, especialmente, priorizaron los proyectos del POA? La verdad es que si no se cumple este requisito, el gobierno de la ciudad no gobernará para el pueblo.

Estos planes parten del enfoque político, es decir, que se propone según la ideología que tenga la autoridad. Por ejemplo, una línea es que los planes prioricen el cuidado de la vida, que se orienten a mejorar y cuidar las condiciones de vida y  las condiciones ambientales de la ciudad, y otra es que se prioricen proyectos de infraestructura de cemento, edificios en altura, que si bien son necesarios para la densificación, generalmente tienen como objetivo principal sacar el mejor provecho económico por metro cuadrado.

Si hay algo importante en la gestión municipal, es cuidar la vida, que tiene muchas connotaciones entre las que podemos señalar las siguientes: cuidar la vida es garantizar que los y las niñas y las personas tengan los cuidados necesarios, tengan la alimentación suficiente, una buena salud, un aire limpio para respirar, sin contaminaciones ni olores ni ruidos que compliquen su vida, que vivan en paz y no sufran agresiones ni violencias, que las más de las veces son producto del machismo y de la delincuencia. Entonces debemos cuidar que en la ciudad, los Servicios Legales Integrales cumplan eficientemente su rol  y que el gobierno municipal mantenga las vías y los parques bien iluminados, y desarrolle políticas para superar el sistema patriarcal y mercantil.

También es importante que se cuiden las zonas donde se producen alimentos necesarios para abastecer la ciudad, se deben cuidar los terrenos destinados a la producción lechera que es muy necesaria para todos. En fin, cuidar la producción de  alimentos suficientes y de calidad para la gente. 

Pero esto no será posible si seguimos avasallando tierras agrícolas y pecuarias mediante ampliaciones de la mancha.  Cada vez vamos perdiendo áreas destinadas a la producción de verduras y no sabemos cuántas personas pobres realmente se beneficiarán con la legalización de sus viviendas. ¿Cuántos lotes de engorde se encuentran incluidas en esta ampliación? Es cierto que hubo presión de organizaciones sociales, pero así mismo debemos averiguar cuál y a través de qué medios se impuso el interés de la propiedad inmobiliaria.  

 ¿Cuántas áreas destinadas a la forestación ahora serán cuadriculadas para lotes? ¿Por qué se incluyó un polígono forzadamente  para que se construya una terminal de buses al lado de la planta de tratamiento de aguas residuales de Alba Rancho y en el cono restringido del aeropuerto?. 

Cuidar la vida significa lograr un equilibrio ambiental. Necesitamos árboles y áreas verdes, y por ello no se debe permitir el traslado del Museo d’Orbigny y en su lugar construir un edificio de cemento.

Cuidar a los y las ciudadanas es garantizar agua limpia para el consumo y no agua contaminada por el cruce de tuberías bajo tierra ni personas que tengan que comprar agua de dudosa calidad.

SENTIDO COMÚN

MARÍA ISABEL CAERO

Arquitecta

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