Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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Contradicciones y piromanías

Contradicciones y piromanías

Los incendios en la Chiquitanía causaron un daño profundo al ecosistema de la zona, y a todo nuestro territorio, pues se quemaron varias especies arbóreas y su proliferación fue mayor por sus características de ser un bosque seco. Pero no solo se perdió gran cantidad de especies de la flora, también variedades de nuestra fauna fueron brutalmente eliminadas por el fuego. 

Muchas personas con esta información aprovecharon para hacer campaña política. Lo cierto es que se requiere de una investigación profunda y de un esfuerzo para determinar claramente a los autores y sancionarlos drásticamente por daños causados a la madre tierra y daños posteriores a nuestra vida.

De la misma forma, cada año el parque Tunari sufre incendios y no se encuentra a los culpables, entonces pensamos que hay intereses muy grandes para esa permisividad. Lo grave es que están dañando nuestra vida. El último incendio provocado hace unos días fue facilitado por los bloqueos que se realizan en nuestra ciudad, debido al paro cívico decretado después de las elecciones del 20 de octubre. La gente de los bloqueos evitó o al menos retardó, con su intolerancia, la asistencia de bomberos y voluntarios. Esta quema, al parecer, se realizó aprovechando la circunstancia o para distraer la atención. Fueron varios días que desde la ciudad observamos con dolor como se quemaban los árboles de la zona frondosa que era nuestro orgullo y que fue el trabajo de muchas personas defensoras del medioambiente y que amaban nuestra tierra. En verdad son urgentes duras sanciones para las personas incendiarias, porque están matando uno de los pocos pulmones que le queda a Cochabamba y, lo peor, anulando la zona de recarga de acuíferos. En verdad, la impotencia nos inunda, la hermosa mancha verde se redujo considerablemente. 

Es cierto, podemos decir que hay conciencia ambiental en Cochabamba y se reclaman y denuncian las transgresiones, sin embargo, la contradicción radica en que nos quedamos callados viendo el despliegue de bombas y petardos que se generan en las protestas y las llantas que cada día se queman en los bloqueos y la quema del pino de la plaza de las Banderas, y el incendio provocado en el cerro San Pedro. Dicen defender la democracia de manera “pacífica” y recorren las calles en motos, armados de petardos, con los rostros cubiertos, amedrentando a la gente de a pie y golpeando a mujeres por el solo hecho de llevar pollera. Es pues una gran contradicción que aquellos que elevaron sus protestas a la quinta potencia por el incendio de la Chiquitanía, esos mismos,  provocan incendios en las oficinas de los tribunales y han amenazado con incendiar las oficinas públicas, ¿no les parece contradictoria está actitud? ¿no les parece que con estos hechos solo demuestran que son unos pirómanos? Se necesita un poco de coherencia, pues al quemar oficinas públicas están destruyendo documentos importantes del Estado no solo del gobierno de turno. ¿Por qué no se piensa que hay seres humanos al interior?, es posible que chispas salten a viviendas vecinas, afecte las conexiones de gas y se produzcan muertes de inocentes, daños que llevarán en sus conciencias, los instigadores. 

Tiene que haber un poco de sensibilidad para respetar la vida en todas sus formas, ya sea de la naturaleza, de la vida animal y de los seres humanos, tenemos que exigir respeto a los derechos de los otros, tanto odio genera también odio, tenemos que pedirles coherencia, ¡no a los incendios, no al odio entre hermanos!