Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 12:31

La autoridad que queremos

La autoridad que queremos

Es muy probable que, en dos o tres días, el Tribunal Supremo Electoral lance la convocatoria para las elecciones subnacionales, de acuerdo a lo que estipulan las leyes electorales.

Como es de esperar, tanto para la Gobernación y especialmente para el Gobierno Municipal de Cochabamba, surgen muchos hombres y mujeres, así como organizaciones sociales y/o políticas que se apresuran en proponer candidatas o candidatos.

Vale la pena recordar que las últimas tres o cuatro gestiones municipales, nos hemos equivocado en elegir autoridades; los alcaldes han sido a cuál peor y creo firmemente que sus motivaciones no fueron los compromisos con la ciudad y con su gente. Esto es una verdad, especialmente, en estos cinco últimos años por las innumerables denuncias de corrupción.

No ha rondado en las cabezas de estos señores, el deseo de hacer de nuestra ciudad un lugar donde la población se sienta orgullosa no solo por su belleza natural, sino por la calidad de vida y la alegría de la población.

Lo que hay en nuestra urbe, es la persistencia de enormes desigualdades en relación al acceso a servicios básicos, falta agua y alcantarillado en barrios de la zona sud; existen pocos equipamientos, áreas verdes y parques, y los niveles de contaminación del aire son mayores en esta zona. Así tenemos un listado largo de discriminaciones y maltratos especialmente contra las mujeres que salen a vender a las calles por necesidad. 

Pero, aparte de las desigualdades, hay problemas comunes como la contaminación, la congestión vehicular, un transporte atomizado, incómodo, peligroso y contaminante por ser muy antiguo. Otro problema grave es la presión corporativa para conseguir beneficios sectoriales en contra del bien común. De la misma forma, es preocupante el crecimiento desmesurado de la ciudad tanto vertical como horizontal, realizado por intereses económicos de las inmobiliarias o de loteadores, y  la acción cotidiana de deforestación de nuestras calles y de nuestros bosques.

 Entonces, frente a esta realidad preocupante, ¿cuáles deben ser las características de la autoridad que pueda gobernar la ciudad?

 En primer lugar, debe ser una persona con probada integridad y compromiso para eliminar los actos de corrupción, pero especialmente con capacidad para realizar una gestión planificada y participativa. La corrupción es la que más daño hace a la institución. En esta gestión se han cometido actos flagrantes de mal manejo y de ineptitud para dirigir la Alcaldía.

En estos momentos de pandemia, la persona que vaya al GAMC debe priorizar la salud para enfrentar desde sus competencias, políticas para reducir el impacto de la pandemia. Lo mismo en el tema de educación, su rol no solo debe dirigirse a la construcción de infraestructuras, sino a paliar los impactos negativos de la decisión catastrófica de la clausura del año escolar, por ejemplo, garantizar acceso al internet y a bibliotecas online.

Por otro lado, el o la candidata tiene que comprometerse con la aplicación la Ley de Corresponsabilidad en el trabajo de Cuidado”, aprobada hace un tiempo, para garantizar la calidad de vida de las personas dependientes.

Para concluir, me atrevo a sugerir que la candidata sea una mujer, pues nunca hemos contado con una alcaldesa elegida. Siguiendo a Gabriel García Marquez, vale la pena recordar lo que dijo: “En 6000 años de dominación, los hombres se han aplazado, porque se está destruyendo nuestro planeta, ahora les toca y es el tiempo de las mujeres para salvarlo”.

SENTIDO COMÚN

MARÍA ISABEL CAERO

Arquitecta 

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