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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Creativos y cerebrales

Creativos y cerebrales
Desde hace algún tiempo damos vueltas alrededor de una trama mundial y por ese motivo nos hemos bunkerizado junto a nuestra familia. Los padres jóvenes con hijos pequeños han debido sacar toda su creatividad a flote para gozar de un tiempo maravilloso al lado de ellos. Claro, los que tienen la oportunidad y posibilidades de quedarse en casa.
Sabemos que el aburrimiento nos distrae, pero eso no es suficiente para nuestro cerebro, pues siempre está buscando cosas nuevas o distintas para captar su atención. Es cierto que la repetición es esencial (los antiguos sabemos) cuando aprendíamos a multiplicar cantando, sin saber cuál era la lógica de la multiplicación. Lo cierto es que el aburrimiento disminuye la capacidad para atender y aprender.
Según la Neurociencia, el cerebro genera muchas más neuronas de las que necesita. El cerebro de un niño de dos años tiene el triple de neuronas que un adulto, y luego aquellas que no reciben estímulos químicos y eléctricos adecuados de otras neuronas, mueren. De forma que el cerebro tiene que recibir estimulación regularmente para que una vía determinada mantenga a las neuronas que forman parte de ella. Es por eso que el aprendizaje debe ser a lo largo de toda la vida, porque si no esas áreas que hemos creado y potenciado, se irán perdiendo.
Normalmente, tenemos la idea de que aprender va unido al estudio en silencio, pero mucho de nuestro aprendizaje es social, porque se interactúa con otras personas. Aunque algunos pueden aprender encerrados en una biblioteca con un sinfín de libros, la mayoría necesita un ambiente social para maximizar su aprendizaje. Las investigaciones han demostrado que desde la infancia los estudiantes aprenden mejor a través de pistas sociales tales como competir con las acciones de otro, hacer de profesor frente a sus compañeros o recordar las palabras de otra persona.
También las señales sociales o la socialización generan otros beneficios para el aprendizaje. La colaboración entre iguales ofrece a los estudiantes acceso a una gran variedad de experiencias y requieren el uso de prácticamente todos los sentidos, lo que a su vez genera una mayor activación neuronal y refuerza la memoria a largo plazo. El trabajo en grupo, en particular cuando capitaliza las fortalezas de cada uno de los miembros, ha demostrado tener claros beneficios para el aprendizaje.
En efecto, todos nosotros, desde que nacemos, poseemos habilidades innatas para encontrar patrones en lo que vemos y escuchamos. Además de ser capaces de ver y oír, la mente humana tiene una serie de estas habilidades de nacimiento. Las habilidades innatas con la práctica estructurada, la repetición y el entrenamiento pueden hacer que nuevas ideas y conceptos se fijen mejor y tengan más sentido.
Ahora bien, es innegable que el trabajo en equipo y la socialización dan un sentido positivo a la vida del ser humano. La experiencia vía zoom nos encandila. La propuesta actual de educación, por las contingencias, es que sea en modo virtual, sin embargo, habrá que ser cerebrales para que la iniciativa tecnológica llegue al universo estudiantil sin ninguna reserva. En Bolivia hay varias y diferentes realidades socioeconómicas y culturales que se las deberá tomar en cuenta a la hora de tomar decisiones.