Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 20:20

Hoy es 5 de octubre, Día Internacional del Docente. No puedo pasar por alto esta fecha. Menos tú. ¿Te acuerdas de tus profesores de colegio o universidad? Aquí algunas ideas random sobre el tema.

Muchas veces, veo anuncios que promocionan universidades y suelen hablar de infraestructura, edificios, laboratorios y otros beneficios que son buenos, pero no todas mencionan el principal capital sin el cual no habría universidad: los docentes. 

También, muchos mencionan que “los valores se enseñan en casa”. Y sí, no lo niego, pero también sucede que cuando conocemos a sus hijos en la universidad, los docentes tenemos que formatear algunas cosas que no necesariamente son parte del contenido académico: prejuicios, miedos, temores, miramientos, y de cuando en cuando, discriminación, racismo, misoginia y ya se imaginan el resto.

Hace poco terminé una materia intensiva en Unifranz. La última clase fue muy ilustrativa. Les mostré videos y fotos de trabajos realizados por estudiantes antiguos. Les conté dónde estaban ellos ahora. Cardozo en Irlanda. Monroy en Barcelona. Borda en Buenos Aires y todos los que están acá y dónde trabajan. De alguna manera, encontraron su camino y empezaron a trascender por la vida. Les pregunté que dónde iba a verlos a ellos en 10 años. Bueno, deseo que sus respuestas se hagan realidad.

Me acuerdo de Wilfford. Lo conocí en Uyuni hace cinco años como colegial. Estaba en la zona vip del Dakar entrevistando a los corredores que llegaban. Tenía brillo en sus ojos. Al siguiente año, lo encontré en la UCB como estudiante. Años después, ahora es mi alumno en práctica en #PuntoBO. Él cree que está aprendiendo conmigo (y sí, la parte técnica la está asimilando). Pero en el fondo, soy yo el aprendiz. Ver la vida con los ojos y mente de 22 años es impagable.

Es época electoral. Las promesas van y vienen y los eternos olvidados de siempre son los profesores de colegio. Imagina la poderosa influencia que tienen en toda una generación, en sus sueños, ideas y acciones. Y sin embargo están ahí, bajo el dominio de padres supervigilantes, de temidos grupos de WhatsApp o de sendos procesos burocráticos que terminan por desanimar a cualquiera. Mucho se habla de cambiar, de mejorar como sociedad, de esto y lo otro. Pero ¿te has puesto a pensar quién es el/la profesor de tu hijo? Imagínate tú haciendo su trabajo.

Por eso, desde estas palabras, mi respeto y admiración por los miles de docentes que creen que la revolución no es con armas, sino con ideas, que el cambio no está en la calle, sino en las aulas.

“Todos somos genios, pero si juzgas un pez por su habilidad de trepar árboles, vivirá toda su vida pensando que es un inútil.” (Albert Einstein).