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  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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Vamos a la FIL

Vamos a la FIL

La columna de hoy contiene publicidad explícita, altamente persuasiva y busca un solo objetivo: que asistas a la Feria del Libro en Cochabamba que se acaba de inaugurar.

Se abrió este miércoles y estará disponible hasta el 18 de septiembre. Sí, en el campo Ferial Alalay. Y no, no escribiré un sesudo ensayo sobre la falta de lectura en tiempos actuales, y que la generación Bad Bunny solo entiende XD y no sabe quién es Milan Kundera. Ese tema se los dejo a ustedes. Yo sí creo que hay un despertar en la lectura. Basta ver la cantidad de autores jóvenes que publican y están usando los medios digitales para amplificar su obra. Basta ver las tendencias de “bookstagrammers” o “booktokers” que están comentando y reseñando sus autores favoritos.

Especial mención para Book Movement, una comunidad boliviana de ávidos lectores de libros de ciencias, tecnología y negocios, donde cada semana se presenta un libro en formato charla.  En 30 minutos tienes el resumen de las ideas principales a cargo de personas expertas en esa área. Vale la pena seguirlos.

En una Feria del Libro conocí a Verónica Ormachea. Ella llegaba a presentar su libro y me pidió ayuda con unas fotos del evento (esa familiaridad de quien fuera compañera de colegio de mi tía). Terminé comprando el libro y leyéndolo. Los Infames (2015) narra la historia de una familia judía, escapando de los horrores de la persecución nazi y su eventual llegada a Bolivia. Años después, con la Moni fuimos a visitar a su abuelo al cementerio judio, aquí en Cochabamba. No podía dejar de pensar en ese libro.

En una Feria del Libro compré “Cuentos de Cuculis” (2011) de Alvaro Ruilova, probablemente, el punto de inflexión entre el cómic y el diseño de historias tan intensas como psicológicas. Esa fascinante combinación entre culturas tradicionales, autóctonas pero a medio camino entre Hitchock y Night Shyamalan. Volví a comprarme toda su producción y ciertamente me abrió los ojos a la escena de la novela gráfica. Escribo este texto, horas antes de ir a visitar la feria, porque quiero volver con una copia de Altopia de Alejandro Barriento y Joaquín Cuevas. Entre otras cosas, fue el libro más vendido en la Feria del Libro de La Paz

En una feria del libro conocí al gran Joaquín Lavado “Quino”, dibujante de la famosa Mafalda. La fila para saludarlo era interminable, pero me banqué el proceso como buen boliviano que hace trámites. La Paz. Año 2002. Me dice “¿cómo te shamás?”, “Marcelo, y es un honor conocerlo”. “Che, quiero hacer una pausa, estuve aquí todo el día”. Y fui el último en firmar antes de que se vaya a descansar. Sí. Tengo una Mafalda autografiada. Tengo varios libros firmados, pero ese particularmente tiene un toque especial. En esos momentos de separación, se quedó como “rehén” en fuego enemigo, y hace unos años retornó a mi pequeña biblioteca.

En una feria del libro conocí al español Eduardo Punset. No, él no llegó en persona, pero una editorial se atrevió a traer sus libros. Compré “Lo que nos pasa por dentro” (2014), un fascinante viaje entre historias, ciencias, sinapsis y el gran desafío de aprender y enseñar. Fue un despertar a mi vocación docente. Yo lo conocí por su programa “Redes” en TVE, un programa que todos los docentes deberían (deberíamos) ver alguna vez.

Curiosamente, la Monic es una ávida lectora pero tenemos gustos tan disímiles y tangenciales. En cada feria del libro, nos trazamos un tiempo y espacio. “Nos vemos en una hora en este café”. Cada quien en lo suyo, de tal manera que 60 minutos después, ella aparece sonriente, con una bolsa de libros y café en mano, me cuenta lo que vio, le muestro los míos, como tratando de vendernos mutuamente autores e ideas. Amo ese fragmento. Ver niños coloreando, puestas en escena, por ahí algo de música, autores que presentan sus obras, foros, debates, y encontrarse con amigos en los pasillos, cada quien en lo suyo, en su pequeña burbuja de letras y palabras.

Hay para todo gusto. Alguien dirá algo sobre los precios de los libros, pero ahí están las editoriales cartoneras. Tengo un par de sesudos libros en ese formato. Muy DIY punk, y claro, PDF, epub, kindle, y el formato que quieras, a la orden del día. Lo importante es abrirse a nuevas ideas, a repasar nuestra historia, y que sobre todo las nuevas generaciones, nuestros hijos / estudiantes disfruten de la lectura. De la belleza de pensar.

PUNTO BO

Marcelo Durán V.

Docente y Consultor en Tecnología de la Información en la Agencia Bithumano

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